viernes, 16 de septiembre de 2016

Líderes intentan reconstruir sueño de la UE en seis meses



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La canciller alemana Angela Merkel.

Bratislava, Eslovaquia.- Ante las divisiones políticas entre naciones de la Unión Europea que amenazan la existencia del bloque, líderes nacionales acordaron el viernes un periodo de seis meses para encontrar soluciones a las múltiples crisis que aquejan a la unión. Pero presentaron pocos compromisos concretos para encontrar la manera de sortear las marcadas diferencias.

Aunque no estaba en la agenda, la decisión de Gran Bretaña de abandonar la EU se tocó en la reunión, reforzada por la ausencia de la primera ministra británica Theresa May. Pero los 27 líderes presentes en la cumbre realizada en la capital eslovaca tenían muchos temas divisorios que discutir: Migración, una política común de defensa europea, el preocupante desempleo y el anémico estado de la economía.

Al final, los líderes se comprometieron a pintar un panorama más claro del futuro y a presentar algunos resultados prácticos para la reunión de marzo, en que se celebrará el 60mo aniversario del Tratado de Roma que marcó la fundación de la UE.

"Europa puede y debe seguir adelante, siempre que tenga claras sus prioridades: Protección, seguridad, prosperidad y el futuro de la juventud", dijo el presidente francés Francois Hollande en una conferencia de prensa junto a la canciller alemana Angela Merkel.

Merkel definió la situación actual de la UE como "crítica", no sólo por la decisión de Gran Bretaña de abandonar el bloque en junio pasado, siendo el primer miembro que se desprende.

Resaltó la crisis migratoria y los problemas económicos que han alimentado el creciente desencanto con la UE entre muchos de los Estados miembro. Sin embargo, afirmó que existe voluntad común para recuperarse y dejar atrás muchos de los temas que dividen e incluso molestan a ciertas naciones del bloque.

El presidente del Concejo de la Unión Europea, Donald Tusk, estuvo de acuerdo al decir que el ambiente actual del bloque es "sobrio pero no derrotista".

Sin embargo, al salir de la reunión algunos líderes hicieron comentarios que insinúan mucho trabajo por delante.

El primer ministro húngaro Viktor Orban, el más acérrimo detractor de las políticas migratorias liberales de la UE, culpó nuevamente a Alemania por rehusarse a establecer límites de llegada de inmigrantes bajo el gobierno de Merkel. A menos que Berlín establezca límites de llegadas, afirmó, continuará el flujo "porque todos ven que existe un lugar en Europa en el que se puede tener una buena vida, donde son bienvenidos y donde se atienden sus necesidades".

Orban añadió que Hungría debería ser elogiada en lugar de criticada por levantar una barrera con alambre de púas en su frontera sur.

"Nuestro trabajo es detener en la frontera húngara las consecuencias negativas del efecto de succión de las políticas soberanas de Alemania", recalcó.

La emergencia de refugiados ha sido un tema particularmente divisorio y Orban ha sido una de las voces más críticas mientras presenta un frente común con otras naciones del este —Eslovaquia, República Checa y Polonia— para oponerse a las soluciones que salen de la sede de la UE en Bruselas.

Al final de un "día complicado" de consultas, Orban recalcó que las buenas noticias son que los 27 miembros restantes de la Unión Europea señalaron que se mantendrán unidos y trabajarán de manera conjunta para mejorar. Pero se quejó ante el hecho de que se mantendrían en vigor las políticas migratorias actuales "ingenuas y contraproducentes".

El primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico, quien ejerce en la actualidad como presidente de la UE por rotación, reconoció francamente las divisiones.

"Existen distintas posturas, distintas ideas", señaló. "Debemos ser más concretos en el futuro".
Fuente:AP

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