lunes, 18 de julio de 2016

Obama pide dejar a un lado la retórica incendiaria


El presidente Barack Obama habla sobre el asesinato de policías en Baton Rouge, Louisiana, el domingo 17 de julio de  2016, en la Sala de Prensa de la Casa Blanca, en Washington. (AP Foto/Jacquelyn Martin)
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Washington.- Viéndose ante otro asesinato de policías, el presidente Barack Obama instó el domingo a los estadounidenses a dejar de lado las declaraciones y las acciones hostiles en momentos en que un verano violento colisiona con la acalorada campaña presidencial.

El mandatario dijo que aún se desconoce el motivo del asesinato el domingo de tres policías en Baton Rouge, Louisiana. Se trata del más reciente de una serie de incidentes mortales que involucran a agentes judiciales, incluida la muerte de un hombre negro en Baton Rouge y de cinco policías en Dallas.

"Nosotros como nación tenemos que manifestar fuerte y claro que nada justifica ataques a agentes policiales", enfatizó el presidente en declaraciones desde la Sala de Prensa de la Casa Blanca.

El mandatario habló así en la víspera de la convención nacional del Partido Republicano, donde Donald Trump aceptará oficialmente la candidatura presidencial de ese organismo político. El empresario ha dicho que los incidentes recientes son un signo de que se requiere un nuevo liderazgo en el país, y frecuentemente ha utilizado una retórica incendiaria para expresar su punto de vista.

"Todos en este momento enfóquense en palabras y acciones que puedan unir a esta nación en lugar de dividirla más", agregó Obama.

El presidente habló más temprano con el gobernador de Louisiana, John Bel Edwards, y con el alcalde de Baton Rouge, Kip Holden, para escuchar lo más reciente en la investigación sobre la balacera y prometerles apoyo federal.

Obama ha dedicado gran parte de la última semana a desactivar tensiones y reconstruir la confianza entre departamentos de policía y las comunidades a las que prestan servicio.

El 7 de julio, un veterano del ejército le disparo a policías de Dallas, de los que mató a cinco e hirió a siete más. El francotirador, quien era de raza negra, dijo que quería matar gente blanca, en especial policías blancos. Obama habló en las honras fúnebres de los agentes asesinados y dijo a los estadounidenses que no caigan en la desesperación, que el país no está tan dividido como pudiera parecer.

Al siguiente día, el presidente sostuvo una reunión extraordinaria de cuatro horas en oficinas ejecutivas de la Casa Blanca con agentes de policía, activistas comunitarios y líderes elegidos, y al salir del encuentro dijo que "no estamos siquiera cerca" del punto en el que las comunidades de las minorías podrían sentir confianza de que los departamentos de policía los estén sirviendo con respeto e igualdad, o en el que los departamentos de policía pudieran sentirse lo suficientemente apoyados a todos los niveles.

Las balaceras contra policías en Dallas y Baton Rouge estuvieron precedidas de la muerte de dos hombres negros, Alton Sterling en Baton Rouge y Philando Castile en un suburbio de St. Paul, Minnesota, por disparos de policías blancos, lo que desató protestas en varias partes del país. La policía de Dallas estaba resguardando a manifestantes en la ciudad cuando fue atacada por el francotirador.
Fuente:AP

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