Caracas.- La jornada electoral de la Asamblea Nacional Constituyente comenzó este domingo 30 de julio de 2017, a las 6:00 de la mañana. El mecanismo fue convocado por el gobierno de Nicolás Maduro y su función primordial es iniciar el proceso de redactar una nueva constitución para Venezuela.
Bajo una tensa calma en todo el territorio nacional comenzó la jornada electoral que elegirá 545 miembros de la Asamblea Constituyente, 364 de ellos con carácter territorial y 181 bajo criterios sectoriales.
Aunque la Fiscal General de Venezuela, Tibisay Lucena, declaró plena tranquilidad al inicio de la jornada electoral en todo el territorio venezolano, en la madrugada, fue asesinado en Cumaná, Ricardo Campos, Secretario juvenil seccional de Acción Democrática.
Durante la jornada electoral se eliminaron centros de votación de los municipios de Chacao, Baruta y el Hatillo, en la capital venezolana, dice un reporte de La Voz de América. Estas mesas habrían sido trasladadas, aparentemente, sin previo aviso, al conocido Poliedro, un centro de votación general, instaurado por las autoridades electorales que funciona bajo el criterio de “contingencia”, a donde pueden acudir todos los venezolanos que quieran participar de la jornada electoral y que no tengan centros de votación al alcance de sus vecindarios.
Nicolás Maduro fue el primero en votar
“El primer voto por la paz, el primer voto por la soberanía y la independencia de Venezuela”, declaró Nicolás Maduro iniciando la apertura de la jornada electoral por la Asamblea Constituyente, tras depositar su sufragio en las urnas dispuestas en el Liceo Miguel Antonio Caro, en la capital venezolana, Caracas.
“La constituyente sí va y en Venezuela mandamos los venezolanos”, aseguró el mandatario, tras hacer un nuevo llamado a los venezolanos para que acudan a las urnas y asegurar que la elección de al menos un representante por población en todo el territorio nacional, un método único en el mundo.
El mandatario venezolano también se refirió directamente al presidente estadounidense, Donald Trump, una de las voces más potentes que desde la comunidad internacional han cuestionado la constitucionalidad de la convocatoria, y que advirtió sobre la imposición de sanciones “firmes y rápidas”, si Maduro no desistía del proceso que ya está en marcha.
“Ha querido el emperador, Donald Trump, truncar el derecho al voto de los venezolanos y yo dije, llueva, truene o relampaguee, lo haremos y aquí estamos”.
Las elecciones se realizarán ininterrumpidamente hasta las 6:00 p.m. y las mesas electorales deberán mantenerse abiertas mientras hayan electoras o electores en espera para votar.
Contra viento y marea
Las encuestas realizadas en el país 24 horas antes del inicio de la jornada electoral, que demuestran que el 72% de los venezolanos rechaza la convocatoria a la Asamblea Constituyente, tampoco disuadieron a Nicolás Maduro sobre la ilegitimidad del proceso.
Según la misma encuesta, realizada por la firma venezolana, Datanálisis, además de los ciudadanos en desacuerdo, sólo el 25% de los encuestados participaría en los comicios.
Una sondeo previo de los mismos encuestadores, sólo el 19% de los venezolanos, creen que la adopción de una nueva constitución, será el camino a la paz y la estabilidad del país.
En cambio, la misma consulta, concluyó que casi la mitad de encuestados creen que el objetivo de fondo del mandatario venezolano es mantener el poder.
¿Qué quiere y qué promete el oficialismo?
No obstante los profundos cuestionamientos al proceso, convocado sin una consulta popular previa, como sí había ocurrido en 1999, el oficialismo defiende los argumentos del llamado presidencial a capa y espada.
Sus discursos de campaña prometen soluciones a la larga lista de problemas sociales y políticos que enfrenta la nación. Pero el mayor temor de quienes rechazan el desarrollo de la Asamblea Constituyente, es que la retórica rimbombante y combativa desplegada por el presidente y por sus más cercanos escuderos, como la ex canciller, Delcy Rodríguez, y el conocido como número dos del chavismo, Diosdado Cabello; sean la nueva realidad con la que despierten los venezolanos, el lunes, tras la jornada electoral.
Esas promesas incluyen, según la primera dama venezolana, Cilia Flores, la creación de una Comisión de Paz y Justicia, cuya primera tarea será hacer que los responsables de los disturbios en el país “paguen y aprendan la lección”.
Otra de las promesas de la convocatoria es, según Diosdado Cabello, retirar la inmunidad parlamentaria a los legisladores de la Asamblea Nacional, de mayoría opositora. Además, de una profunda reforma a la Fiscalía General de Venezuela, propuesta tras el abierto cuestionamiento de la exfiscal, Luisa Ortega, a la legitimidad de la convocatoria a la Asamblea Constituyente.
Si se concretan las premisas de los candidatos oficialistas, lo que crearía la nueva constitución es un escenario gubernamental con carácter de ‘supra organismo’, que le garantizaría a Nicolás Maduro el control del único poder del estado que no ha podido dominar: La Asamblea Nacional.
¿Qué quiere evitar la Oposición?
La premisa de la oposición venezolana es evitar que el gobierno de Nicolás Maduro “de un paso decisivo hacia un estado autoritario”.
El pasado 1ro. de mayo, se escuchó de la voz del presidente de la Asamblea Nacional, Julio Borges, expresando el primer rechazo oficial de la oposición a la convocatoria del presidente Nicolás Maduro: “…Lo que ha pasado hoy […] es el golpe de Estado más grave en la historia venezolana. Es Nicolás Maduro disolviendo la democracia y disolviendo la República”.
Sus palabras son tan vigentes este domingo, como lo fueron el mismo día que las pronunció, para quienes no han cesado de impulsar procesos de resistencia civil ante lo que consideran, “una estafa” para engañar al pueblo venezolano.
En las calles del país, las voces de miles de ciudadanos se han hecho sentir. El despliegue de la estrategia de resistencia civil cuenta cada día con más adeptos, incluso, como lo han confirmado informes periodísticos del equipo de corresponsales de la Voz de América, las deplorables condiciones de vida diaria a las que han sido sometidos los venezolanos, han llevado a algunos ciudadanos anteriormente adeptos al llamado socialismo del siglo XXI, a manifestar su descontento social.
Los siete millones y medio de votos que logró la oposición durante el plebiscito para rechazar la constituyente, el pasado 16 de Julio, es uno de los argumentos que refuerza la posición del movimiento opositor en Venezuela. Pero la polarización del país, no permite vislumbrar con claridad el final del conflicto.
Fuente:VOANOTICIAS
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