lunes, 24 de octubre de 2016

Sin mi smartphone la ansiedad me gana y me distraigo más


(www.neomundo.com.ar / Fuente: SciDev.Net / Luisa:Massarini) A pesar del gran aumento de teléfonos inteligentes en el mundo -en Latinoamérica, 29% de la población utiliza este aparato- aún hay pocos estudios sobre las consecuencias cognitivas y emocionales de su uso excesivo.

Dos estudios muestran, a través de experimentos de psicología cognitiva, que estudiantes universitarios en Singapur, cuando son separados de sus teléfonos inteligentes, tienen un estado de ansiedad que afecta procesos cognitivos, tales como las funciones ejecutivas.

Estas funciones son habilidades mentales que ayudan al cerebro a organizarse y actuar sobre la información, permitiendo a las personas planificar, organizar, recordar cosas, establecer prioridades, prestar atención y empezar a trabajar en tareas.

Según el estudio, el deterioro de la flexibilidad cognitiva -capacidad mental de cambiar el pensamiento entre dos conceptos diferentes, y pensar en múltiples temas de forma simultánea- se evidencia más allá del nivel de adicción del usuario por el teléfono inteligente.

Los estudios, cuyos resultados serán publicados en la edición de noviembre de Computers in Human Behavior, involucraron a 157 estudiantes entre 18 y 29 años de una universidad local en Singapur, que eran usuarios frecuentes de teléfonos inteligentes.

De acuerdo con los investigadores, hay que ser cautos al generalizar los resultados obtenidos en Singapur, un país que tiene la tasa más alta de adopción de teléfonos inteligentes a nivel mundial y donde la mayoría de los estudiantes universitarios tienen una alta frecuencia de uso de estos equipos.

"Los patrones de uso en Singapur pueden ser diferentes en América Latina", uno de los autores, Andree Hartanto, de la Singapore Management University.

Pero agregó que quizás estos resultados sí pueden ser similares si se tienen en cuenta los universitarios latinoamericanos con alta frecuencia de uso de smartphones, estimó.

Para Federico Vasen, de la Universidad Nacional Autónoma de México, cuando se discuten los beneficios y riesgos de una tecnología, es habitual que surjan posturas extremas en el debate.

Por un lado, puede haber "un tecno-optimismo que identifica al artefacto con una mejor calidad de vida y, por otra parte, un tecno-pesimismo, que considera que la tecnología deteriora nuestro estilo de vida, nos esclaviza y limita nuestra autonomía. Pero estas posturas extremas pierden de vista que la tecnología no transmite un único mensaje", afirmó Vasen.

En su opinión, los estudios de los investigadores de Singapur contribuyen a crear una visión matizada sobre la tecnología en cuestión.

"El estudio muestra que el uso excesivo de los smartphones puede repercutir negativamente sobre las funciones cognitivas de los universitarios. Pero, por otra parte, reconoce que el uso del smartphone —y no su separación de él— tiene también consecuencias positivas a nivel de la performance académica y la salud mental", agregó Vasen.

De acuerdo con eMarketer, se estima que hay 182,4 millones de usuarios de teléfonos inteligentes en América Latina en 2016, lo que representaría un aumento de alrededor de 18% en comparación con 2015. Del total, se estima que 84% de ellos se concentran en seis países: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú.

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