jueves, 22 de septiembre de 2016

En Florida y Nevada el voto latino podría parar en seco las aspiraciones de Trump

Si en algún lugar el voto latino puede resultar definitorio en la actual contienda por la Presidencia de Estados Unidos es, al menos según los datos de las encuestas más recientes, en Florida y Nevada, dos estados muy competitivos en el actual ciclo electoral.

Aunque la candidata demócrata Hillary Clinton continúa ligeramente arriba en los sondeos y es la más probable triunfadora en los pronósticos actuales, el republicano Donald Trump ha avanzando de modo significativo y sus posibilidades de triunfo son importantes.

Pero para ampliarlas necesita, dada la configuración del mapa político-electoral estadounidense, lograr tres metas sustanciales: mantener su ventaja en los estados ‘rojos’ que se inclinan mayormente por los republicanos (lo que se aprecia factible), ganar todos los estados considerados actualmente competitivos (Ohio, Carolina del Norte, Florida y Nevada) y arrebatarle a Clinton al menos un estado ‘azul’ mayormente demócrata.

En varias regiones de Estados Unidos, Florida entre ellas, se realizan intensas campañas para registrar a más votantes latinos. 

Los primeros dos objetivos están al alcance de Trump, pero no le bastan. Ganando todos esos estados (más, incluso, los votos distritales en Maine y Nebraska que se asignan allí adicionalmente a los votos a escala estatal) se queda en 266 votos en el Colegio Electoral, a cuatro de los 270 necesarios para ganar. Clinton, en ese escenario, obtendría 272 votos, un triunfo por un pelo, pero victoria al fin.

Así, Trump requiere arrebatarle a Clinton al menos un estado ‘azul’ y sus posibilidades más fuertes están en el área del llamado ‘Cinturón de herrumbre’, estados que históricamente contaron con gran industria pesada y manufacturera pero que, con los cambios provocados por la globalización y la automatización, han visto irse o desaparecer muchas de esas fábricas y, con ellos, sus empleos. Muchos de los ciudadanos en esos estados se han mostrado receptivos al mensaje de Trump sobre economía, comercio internacional y empleo.

Ganar allí ha sido un objetivo declarado de la campaña de Trump desde el principio, pero hasta hace poco parecía un terreno infranqueable, un área sólida favorable a Clinton. Pero la caída de la demócrata en las últimas semanas le ha dado oxígeno al magnate y su ventaja actual en Iowa y sobre todo en Ohio donde, pese a la distancia con el gobernador y rival en la primaria John Kasich y a la previa ventaja de Clinton allí, el magnate está arriba 1.8 puntos en el promedio de encuestas de RealClearPolitics y tiene 60.5% de probabilidad de victoria según el pronóstico de FiveThirtyEight.

Las esperanzas para el republicano 
Así, Trump tendría oportunidad en Pennsylvania, Michigan y Wisconsin, y en menor grado en Minnesota y Virginia, si bien en todos esos estados Clinton está aún arriba en los sondeos y en los pronósticos por unos cinco o seis puntos, una ventaja significativa. Pero si el magnate continúa su tendencia al alza, tiene una buena presentación en el debate del próximo lunes 26 de septiembre y logra amplificar su presencia propagandística y de campo en una o más de esas entidades, sus posibilidades se incrementan sustantivamente. Le bastaría con tomar uno de esos estados, en el escenario favorable ya citado, para hacerse con la Casa Blanca. Es posible, pero no será fácil.
Fuente:AP

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