“Tras haber pagado el alquiler, que representa el 80% de mi salario, no me queda dinero para hacer mis compras”. Esta es una de las frases de la carta abierta que Talia Jane dirigió al CEO de Yelp, una multinacional que desarrolla, aloja y comercializa anuncios sobre locales comerciales y servicios, a la par de reseñas sobre los sitios.
Y debido a la difusión que logró su mensaje en las redes sociales la chica de 25 años, empleada por Eat24, una de las ramificaciones de Yelp para el servicio de entrega de comidas a domicilio, fue despedida.
“Querido Jeremy” –decía la carta, en alusión a Jeremy Stoppelman, el CEO de Yelp, con sede en San Francisco, California—“¿no te parece raro que una empleada que trabaja para esta aplicación de entrega de comida, en la cual has invertido 300 millones de dólares, no tenga ni siquiera para comprar su comida?”
Publicada en la plataforma Medium.com, la carta de Jane se refería además a su escaso salario y al de no pocos de sus colegas, muchos de ellos obligados a tener un segundo empleo para poder pagar sus facturas y también se quejaba del elevado costo de la vida en San Francisco y en las zonas aledañas.
De acuerdo con un reporte de Forbes, tras la aparición pública de esta misiva, la joven recibió la notificación de que Yelp había decidido prescindir de sus servicios por no haber respetado el código de conducta.
De manera irónica, la carta de respuesta de la compañía elogiaba el “testimonio vibrante de las condiciones de vida en la bahía de San Francisco, así como el importante y formidable ejercicio de libertad de expresión”. Sin embargo, Jane fue despedida.
Perteneciente a la generación de los llamados Millennials, jóvenes que estudian para superarse en un mundo cada vez más competitivo, pero que también trabajan para alcanzar su propia independencia económica, Talia Jane ha acudido a las redes sociales y a la enorme influencia de Internet, en lugar de pasar por los canales usuales para tramitar una queja, algo que en este caso ha generado críticas y adhesiones de todos los matices.
El caso de Jane se hizo viral y la ha convertido a ella misma en una figura pública. Ahora la controversia se mueve en dos direcciones totalmente diferentes. Por un lado, muchos coinciden en el exagerado aumento del nivel de vida en el área de la Bahía de San Francisco, sobre todo a raíz del auge de las compañías tecnológicas y el movimiento hacia esa zona de miles de profesionales de todas partes del mundo.
Por otro lado, no pocos son críticos con la posición narcisista de los millennials y su afán de hacerlo todo público en las redes sociales. En el caso puntual de Talia Jane, se le critica que esté pagando un apartamento de 1.245 dólares mensuales, cuando, a su edad, bien pudiera estar compartiendo gastos con uno o dos compañeros de alojamiento.
Al asomarse a su cuenta de Instagram, no pocos observadores han constatado que a sus 25 años, la joven se permite lujos completamente inaccesibles para otras personas de su misma edad e ingresos.
Como si esto fuera poco, al final de su carta abierta al CEO de Yelp, Jane colocó sus datos de PayPal para que quienes se solidaricen con ella hagan un acto de caridad alguna donación para sus devaluadas arcas personales.
En una carta respuesta a Jane, Stephanie Williams, otra millennial, la fustigó por su actitud, que consideró cómoda.
“Si dijera que fue a vivir con varios compañeros para reducir los costos, hizo un presupuesto de una manera más práctica y buscó trabajos más enfocada en el salario y el crecimiento […] yo diría bueno, ella está haciendo un esfuerzo. Pero eres una mujer joven, blanca, angloparlante con un título y una familia que supongo te está ayudando en este momento, y estás pidiendo limosnas de los extraños, mientras te sientas cómodamente a buscar trabajos cómodos y te quejas del establishment probablemente desde una buena laptop”, escribió Williams.
Fuente: Bemjamin Garcia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario