El presidente Donald Trump visita este viernes la ciudad de Calexico, California, con la finalidad de recorrer y supervisar una sección de 2.25 millas de la cerca fronteriza entre Estados Unidos y México que fue recientemente renovada.
La visita se produce a menos de una semana de que el mandatorio estadounidense empezara a amenazar con cerrar la frontera sur del país si México no detiene "toda la inmigración ilegal".
Aunque Trump anunció el jueves que le dará a México un plazo de un año para detener el flujo de drogas que entran a su país, es posible que haga alguna declaración sobre el tema migratorio durante su recorrido.
Se espera que el presidente aterrice la tarde del viernes en la base aérea El Centro y luego se dirija al sur hacia Calexico, donde recorrerá la cerca mejorada entre febrero y octubre de 2018.
Con la renovación, esta sección se convirtió en la barrera fronteriza más alta a lo largo del sur de Estados Unidos, con 30 pies de altura, según la Jefe de la Patrulla Fronteriza del Sector Centro, Gloria Chávez.
La secretaria de prensa Sarah Huckabee Sanders dijo el jueves en el programa "Fox and Friends" que durante la visita, los funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) le informarán sobre "exactamente lo que está ocurriendo en la frontera".
"Él va a recibir una sesión informativa de parte de varios oficiales de la ley tan pronto llegue, el CBP atiende a las personas que se encuentran en las líneas del frente", dijo.
Calexico, que forma parte del condado Imperial, es el hogar de los puertos de entrada Calexico West y Calexico East. Este último es el segundo puerto comercial con más tráfico en la frontera de California al procesar entre 15,000 a 20,000 vehículos por día, según la Administración de Servicios Generales de los Estados Unidos.
La posibilidad de un cierre de la frontera fue hecha inicialmente el viernes pasado debido a una oleada de migrantes centroamericanos que buscan asilo. Los funcionarios de la administración de Trump han dicho que la afluencia está forzando al sistema de inmigración hasta un punto de ruptura.
Los líderes electos de las comunidades fronterizas que se extienden desde San Diego hasta las ciudades de Texas advirtieron que si ambos puertos estuvieran cerrados, se producirían estragos en ambos lados de la frontera internacional. A ellos se unió la Cámara de Comercio de Estados Unidos, que dijo que un paso así infligiría "graves daños económicos".
"Esta ciertamente no es la primera opción del presidente, pero los demócratas en este punto, no están dispuestos a hacer nada, han dejado al presidente con muy pocas opciones. Afortunadamente, México se ha intensificado en los últimos días", dijo la vocera de la Casa Blanca.
Cuando se le preguntó a Sanders qué había hecho México para apaciguar las demandas del presidente, el secretario de prensa dijo que el país latinoamericano había agregado puntos de control adicionales dentro de su territorio para detener a los migrantes antes de que lleguen a la frontera de Estados Unidos.
Sanders agregó que México también aumentó a 300 el número de personas solicitantes de asilo que pueden ser devueltas a México como parte de una nueva política de EEUU.
La cooperación de México con los funcionarios de Estados Unidos en diciembre pasado marcó un momento histórico, ya que el país tradicionalmente se ha negado a aceptar el regreso de cualquier migrante que no sea mexicano.
Fuente:Telemundo
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