París.- Los dos rivales de las presidenciales francesas, el socioliberal Emmanuel Macron y la ultraderechista Marine Le Pen, dedicaron hoy buena parte de sus respectivos mítines, los más multitudinarios que están previstos de aquí a la votación del domingo, a los ataques mutuos y las descalificaciones.
Macron, favorito de las encuestas, consideró que la propuesta de Le Pen es "la anti-Francia" y acarrearía "el hundimiento" de los valores que han construido el país, pero también de "su grandeza", en un acto en París ante unas 12.000 personas, según los organizadores.
Tras advertir de que los franceses no saldrán "indemnes" del abandono del euro que promete la líder de la extrema derecha, afirmó que "el proyecto de Le Pen y del Frente Nacional (...) conduce a la guerra económica, a la miseria y simplemente a la guerra".
También le reprochó que pretenda "sacar provecho del descontento (popular) y vivir de él", y consideró que por eso mismo es urgente llevar a cabo la renovación política que a su juicio se empezó a esbozar con el resultado de la primera vuelta el día 23, cuando él terminó en cabeza por delante de Le Pen y los candidatos de los tradicionales grandes partidos de Gobierno quedaron eliminados.
"Frente a las injurias, frente a la obscenidad del Frente Nacional, vamos a construir y vamos a refundar", prometió.
Le Pen, por su parte, se esforzó en su mitin ante varios miles de personas en Villepinte, al norte de París, a presentar a Macron como "el adversario del pueblo" y "el pupilo" del actual presidente, el socialista François Hollande, que se mueve por "los intereses del dinero" y no por los de los franceses.
Advirtió de que si quien gana el próximo domingo su rival, habrá "una Francia en la que la inseguridad será general", en la que "el terrorismo islamista será una plaga (...) a la que los franceses tendrán que acostumbrarse".
"Macron es el candidato de la continuidad, de una continuidad mórbida", denunció tras alertar a los electores sobre su rival: es el pretendiente que "el sistema quiere imponeros" y que "atenta contra nuestro lema de libertad, igualdad y fraternidad", dijo.
El europeísta Macron, que hoy contó en su mitin por primera vez con la presencia de la ministra de Ecología, Ségolene Royal, hizo varios gestos hacia los que no le votaron el pasado domingo al afirmar, en particular, que entendía "a los que tienen miedo por el futuro de sus hijos" y a los que "no quieren Europa" en la forma en que funciona actualmente el bloque comunitario.
También reconoció que el próximo domingo algunos le aportarán su papeleta para impedir que acceda al poder el Frente Nacional, y por eso aseguró que es consciente de que es "portador de la defensa de la democracia y de una República libre".
Pero rechazó renunciar a una parte de su programa, como le había reclamado el que fue el candidato de la izquierda radical, Jean-Luc Mélenchon, que critica en particular su intención de impulsar una nueva reforma para hacer más flexible el mercado laboral.
Macron le respondió que no lo hará "por dos razones": "Los franceses y las francesas se han pronunciado y han elegido el proyecto que incluye esas reformas. No les voy a traicionar. Y mañana, quiero poder actuar", declaró.
Según dos sondeos publicados hoy, Macron sigue siendo claramente favorito de cara al próximo domingo, y los cambios registrados en los últimos días han sido mínimos.
Para el instituto Ifop, si el pasado martes un 61 % de los encuestados habían dicho que votarían por Macron, frente al 39 % por Le Pen, ahora el porcentaje del primero ha bajado al 59 %, mientras el de la pretendiente ultraderechista ha subido al 41 %.
Opinionway, sin embargo, constató la estabilidad de las posiciones en la última semana, con un 61 % de intenciones de voto para el candidato socioliberal y un 39 % para la líder de la extrema derecha.
Los dos finalistas de las presidenciales tienen programado un pulso en directo el próximo miércoles por la noche ante de las cámaras, en el único debate a dos que se va a celebrar antes de la votación del domingo.
Fuente:Externa