Washington.- El presidente Donald Trump se reunió este lunes con líderes del Departamento de Justicia y el FBI para hablar sobre sus sospechas de que esas agencias vigilaron por motivos políticos su campaña electoral en 2016.
Trump recibió en la Casa Blanca esta tarde al “número dos” del Departamento de Justicia y encargado de supervisar la investigación sobre Rusia, Rod Rosenstein; al director del Buró Federal de Investigaciones (FBI), Christopher Wray; y al director de Inteligencia Nacional, Dan Coats.
La reunión no figuraba en la agenda pública de Trump, pero según su portavoz, Sarah Sanders, estaba prevista desde la semana pasada.
El objetivo del encuentro es hablar sobre las respuestas de esas agencias a las peticiones del Congreso sobre distintos temas, explicó Sanders a la cadena de televisión NBC News.
El encuentro llega horas después de que Trump exigiese, en un tuit el domingo, que el Departamento de Justicia examinara si agentes suyos o del FBI “se infiltraron o vigilaron” su campaña electoral en 2016 “por motivos políticos”, y si lo hicieron por orden del Gobierno del expresidente demócrata Barack Obama.
Además, este sábado, Trump insinuó que el Departamento de Justicia y el FBI debían entregar al Congreso todos sus documentos relacionados con el informante que trabajó para ellos en 2016.
Esas exigencias colocaron en una posición complicada al Departamento de Justicia y el FBI, que históricamente han operado con independencia de la influencia política de la Casa Blanca y no han permitido que los presidentes se metan en sus investigaciones.
Pero Rosenstein tardó apenas cuatro horas en anunciar que había pedido al inspector general del Departamento de Justicia que revisara ese asunto.
“Si alguien se infiltró o vigiló a los participantes de una campaña electoral por motivos inadecuados, tenemos que saberlo y tomar las medidas adecuadas”, dijo Rosenstein en un comunicado.
Por tanto, el Departamento de Justicia indagará para determinar “si hubo alguna negligencia o motivación política en cómo el FBI condujo su investigación” sobre “las personas sospechosas de haberse relacionado” con Rusia en la campaña de 2016, según la portavoz de la agencia, Sarah Isgur Flores.
Según varios medios, el FBI tuvo un informante encargado de contactar con la campaña electoral de Trump en 2016, un profesor estadounidense que da clases en Gran Bretaña.
Pero, de acuerdo con esos informes, la fuente del FBI no se infiltró en la campaña de Trump, sino que solo mantuvo contactos superficiales con tres asesores del candidato republicano, con el objetivo de arrojar luz a la incipiente investigación federal sobre los posibles lazos con Rusia de esa operación electoral.
Un aliado de Trump, el presidente del Comité de Inteligencia de la Cámara Baja y congresista republicano Devin Nunes, lleva semanas exigiendo documentos sobre el informante, pero el Departamento de Justicia se ha negado a proporcionarlos porque cree que eso podría perjudicar las operaciones del FBI.
Pero Trump parece haber visto en la existencia de un informante del FBI una posible base para desacreditar la investigación sobre Rusia del fiscal especial Robert Mueller, que dura ya un año.
Uno de los abogados de Trump, Rudy Giuliani, aseguró el jueves que estudiaría si la supuesta infiltración del FBI en la campaña de Trump permite “desafiar la legitimidad de la investigación” de Mueller y “desecharla”.
Fuente:EFE