El COVID-19 no solo hace tambalear la economía de las naciones afectadas y sus gobiernos, la Iglesia católica también estaría subyugada al mortal virus.
La Diócesis de Paterson, Nueva Jersey emitió pautas litúrgicas el pasado 27 de febrero que instruyen a sus 109 parroquias a suspender de inmediato el ritual religioso de beber la Preciosa Sangre del cáliz.
Además, los fieles deberán desistir de estrecharse las manos durante el saludo de paz.
“Pueden inclinarse unos frente a otros en señal de respecto", recomendó la Diócesis en un comunicado.
La institución religiosa también instruyó a los ministros eucarísticos a usar desinfectante para manos antes y después de la distribución de la comunión. La misma directriz se impuso a los ministros litúrgicos antes y después de la misa.
De igual forma, la Diócesis de Brooklyn sugirió a las iglesias católicas de Brooklyn y Queens que suspendan de forma voluntaria la distribución de la comunión, ya sea mediante el ofrecimiento de la Preciosa Sangre del cáliz o al colocar la hostia directamente en las lenguas de los feligreses.
“Los feligreses pueden recibir el Cuerpo de Cristo en sus manos", señala la declaración emitida por la Diócesis de Brooklyn.
La Arquidiócesis de Nueva York envía cada año durante la temporada de gripe un recordatorio a los sacerdotes sobre precauciones de sentido común, para que compartan con los feligreses según sea necesario, dijo Joseph Zwilling, director de comunicaciones de la Arquidiócesis de Nueva York.
"Se pide que aquellos que están enfermos no sirvan como ministros eucarísticos. Además, los sacerdotes y sus asistentes deben lavarse las manos antes y después de la misa, el gel desinfectante debe estar disponible en las parroquias y espacios comunes, no es necesario estrechar la mano en el saludo de la paz y se recomienda no recibir la Preciosa Sangre directo del cáliz”, añadió.
Zwilling dijo que la arquidiócesis se aseguró de mencionar el coronavirus como una razón para que los sacerdotes sean más cautelosos este año.
"La situación es monitoreada de forma constante para ver si se justifican otros pasos de prevención", indicó.
Maria Margiotta, portavoz de la Arquidiócesis de Newark, Nueva Jersey dijo que hasta ahora no se ha emitido un aviso a los pastores para evitar ciertas prácticas en las iglesias.
“Se alienta a los feligreses a usar el buen juicio. Pueden optar por ofrecer un salud de la paz verbal o una reverencia”, explicó.
En Illinois, la Diócesis de Joliet implementó medidas similares.
"Iniciamos hoy con un anuncio formal incluso antes de que comenzara la misa, lo cual es extraordinario para nosotros", dijo el reverendo Joshua Miller de la Iglesia St. Charles Borromeo a CBS Chicago. "No lo he hecho en cinco años ... creo que todos entienden la necesidad de errar por precaución, incluso en una temporada normal de gripe, pero con mayor atención a la amenaza del coronavirus en particular".
Las Diócesis de Orange y San Diego, al igual que la de Chicago, emitieron recomendaciones similares.
Pero este tipo de medidas de prevención no son exclusivas de la Iglesia católica.
Si bien no prohíbe de forma explícita el saludo de paz o beber el vino de consagración de una copa común, la Diócesis Episcopal de California emitió directrices para sus congregaciones a fines de la semana pasada para aconsejarles que consideren alternativas.
"Un gesto de respeto, una reverencia o tocar nuestras manos con nuestros corazones son algunas de las muchas maneras en que podemos reconocer a Cristo unos en otros", se lee en las pautas.
La diócesis también solicitó a los feligreses que se abstengan de sumergir la hostia en el vino de consagración.
"Existe el riesgo de que las bacterias en nuestras manos entren en contacto con el vino", señala la institución religiosa.
Fuente:Telemundo