Las autoridades neozelandesas informaron este sábado durante una conferencia de prensa que han encontrado otro cuerpo en una de las mezquitas que fue atacada, elevando a 50 el número de muertos en dos tiroteos en la ciudad de Christchurch.
El comisionado de policía de Nueva Zelanda, Mike Bush, agregó que 36 víctimas siguen hospitalizadas, dos de ellas en estado crítico.
Bush también aclaró que no se sospecha de las dos personas arrestadas el mismo día que el presunto atacante identificado como Brenton Harrison Tarrant.
Según el oficial, una de esas personas ha sido liberada y la otra ha sido acusada de delitos con armas de fuego.
"Esto solo puede ser descrito como un ataque terrorista", afirmó la primera ministra, Jacinda Ardern, en una comparecencia emitida en directo desde Wellington, la capital de Nueva Zelanda.
Ardern calificó los ataques de "extrema ideología" como "un acto de violencia extraordinario y sin precedentes" en lo que calificó como "uno de los días más negros de Nueva Zelanda", un país que es "abierto y diverso".
Brenton Tarrant, australiano de 28 años, es el presunto responsable de los ataques a la mezquita de Al Noor, cerca el Jardín Botánico, y a la aledaña Linwood, que dejaron 50 muertos y casi medio centenar de heridos, entre ellos menores, con lesiones que "oscilan entre graves a leves", según las autoridades sanitarias de Canterbury, la región donde se encuentra Christchurch.
Tarrant fue procesado el sábado en el primero de los muchos cargos de asesinato que se esperan.
"El hombre actualmente afronta un cargo de asesinato, pero obviamente formularemos otros más", dijo la primera ministra, Jacinda Ardern, en una rueda de prensa en Christchurch.
"Era su absoluta intención continuar con estos ataques" cuando fue detenido, añadió Ardern que calificó la masacre como un "ataque.
La oficina de la primera ministra confirmó que recibió de Tarrant por correo electrónico una copia del manifiesto en el que éste exponía su ideología extremista y justificaba su acción, menos de 10 minutos antes de que iniciara su asalto a la primera mezquita.
Tarrant retransmitió en vivo durante 17 minutos el brutal ataque en el que recargaba su arma semiautomática y acababa con sus víctimas sin piedad.
"Estamos horrorizados, consternados, indignados y condenamos absolutamente este ataque cometido hoy por un terrorista violento extremista de derechas", dijo el primer ministro de Australia, Scott Morrison, que mostró su solidaridad con el país vecino.
Las autoridades elevaron la alerta al máximo nivel y la policía tuvo que explosionar dos bolsas de forma controlada en Auckland, en la Isla Norte, halladas en una estación de tren, aunque finalmente solo contenían materiales.
Las fuerzas de seguridad han ordenado el cierre de todas las mezquitas del país por seguridad, mientras que los colegios y edificios públicos de Chrischurch, en la Isla Sur, también se encuentran clausurados.
La primera ministra confirmó que la seguridad ha sido elevada en todo el país, incluidas las fronteras, aunque los vuelos comerciales no se verán afectados.
El equipo de críquet de Bangladesh escapó ileso al tiroteo en una de las dos mezquitas porque "el ataque ocurrió antes de que llegaran al lugar", dijo a el director ejecutivo de la Junta de Críquet de Bangladesh, Nizamuddin Chowdhury.
"Nuestro equipo estaba de camino a la mezquita para celebrar la oración del viernes", añadió.
Las condenas a los brutales ataques se han sucedido inmediatamente, desde la primera ministra británica, Theresa May, al presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, mientras que el jefe del Ejecutivo paquistaní, Imran Khan, culpó a la islamofobia.
"Culpo de estos ataques terroristas a la actual islamofobia", dijo Khan en su cuenta de Twitter, antes de asegurar que desde los ataques del 11-S en EEUU "1,300 millones de musulmanes han sido culpados colectivamente" por cualquier acto terrorista llevado a cabo por musulmanes.
"El terrorismo no tiene religión"
Nueva Zelanda sólo ha tenido un puñado de tiroteos masivos en su historia.
Fuente:EFE/AP