El llamado día “D” para la Organización Trump llegó, ya que se espera que este jueves los fiscales de Nueva York presenten cargos criminales contra la empresa y el director financiero Allen Weisselberg.
Aunque el expresidente Donald Trump no será acusado, por ahora, de algún delito, se espera que las acusaciones contra su empresa tengan consecuencias políticas y legales.
Previamente el equipo del fiscal de Distrito de Manhattan, Cyrus Vance, había adelantado que aunque el exmandatario no enfrentaría cargos en esta ocasión, la investigación que esa oficina realiza en conjunto con la fiscal general de Nueva York, Letitia James, no había concluido.
Según reportes de medios como The Wall Street Journal, los cargos resultarían de investigaciones de varios años sobre la forma en que la Organización Trump ha manejado sus finanzas y el pago de impuestos, aunque el periódico especializado en inversiones indicó que las acusaciones estarían relacionadas con que los empleados de la empresa evitaron pagar impuestos sobre beneficios adicionales como autos, apartamentos y otras bonificaciones que recibieron a través de la compañía.
El presidente Trump y los representantes de su empresa se han mantenido en silencio sobre las acciones legales por venir, aunque el lunes el exmandatario consideró que las prácticas de su compañía son similares a las de “muchas otras”.
“Filtran, mienten y hacen campaña con base en información que ya se ha analizado en otras de las muchas investigaciones que he enfrentado. Ahora acaban de filtrar que nos dieron un día, hoy, para presentar nuestro caso sobre cosas que son una práctica estándar en toda la comunidad empresarial de EE.UU.”, dijo en referencia a la fecha límite que tenían sus abogados para exponer por qué la empresa no debía enfrentar cargos. “De ninguna manera (es) un crimen. También saben que no importa cuán fuerte sea nuestro caso, lo harán trabajar duro para avergonzarnos a nosotros y al Partido Republicano”.
Las investigaciones en contra del expresidente y su empresa iniciaron en 2019, luego de que su exabogado Michael Cohen reconociera pagos a supuestas examantes del republicano, incluida Stormy Daniels, a fin de mantenerse en silencio.
Poco a poco, la indagatoria se fue ampliando y el propio Cohen participó como testigo, señalando que el resultado “no sería una buena noticia” para el expresidente.
A la par, la fiscal James inició una indagatoria por sospechosas prácticas empresariales de la Organización Trump, ya que se habrían inflado el valor de algunas propiedades para convencer a acredores. La indagatoria llevó a que se citara a Eric Trump, quien rechazó hacerlo, pero tuvo que ceder ante una decisión en tribunales.
A finales de mayo, la Fiscalía a cargo de James informó que se unía a la investigación de la oficina de Vance y pasó de un asunto civil a criminal. El caso había dado un giro importante cuando la Corte Suprema autorizó a Vance revisar los reportes de impuestos y financieros del expresidente.
“Hemos informado a la Organización Trump que nuestra investigación sobre la organización ya no es de naturaleza puramente civil. Ahora estamos investigando activamente a la Organización Trump con carácter penal, junto con el fiscal de Manhattan”, dijo en aquel momento el portavoz de Fabien Levy.
El expresidente Trump ha acusado de una “cacería de brujas” las investigaciones en su contra y en contra de sus empresas. No queda claro si alguno de sus hijos enfrentará acusaciones.
Fuente:Diario NY