El presidente, Donald Trump, insultó el pasado fin de semana de forma repetida a un hombre muerto y enterrado como un gran héroe estadounidense. Su viuda y su hija lo defendieron, denunciando además mensajes de odio que han recibido después de las palabras del presidente. E incluso voces muy influyentes en el Partido Republicano han vuelto a castigar a Trump por sus descalificaciones.
John McCain fue un militar que defendió a su país en la cruenta guerra de Vietnam, y pasó cinco años enjaulado por el enemigo; regresó gravemente herido, y siguió sirviendo a su país como congresista durante 35 años, hasta su muerte por cáncer el pasado 25 de agosto sólo cuatro días antes de cumplir 82 años.
En vida, fue criticado e insultado por el presidente en repetidas ocasiones, singularmente por haber votado, junto a otros senadores, en contra de acabar con el seguro médico obligatorio tal y como deseaba Trump.
Fue este mismo motivo el que llevó el sábado al presidente a considerar que McCain tiene “manchas” en su historial.
Le criticó además por “difundir” un informe relacionado con la manipulación de Rusia en las elecciones estadounidenses, un asunto por el que Trump está siendo investigado por la Justicia. Sin embargo, lo que hizo McCain fue entregar al FBI un informe que llegó a sus manos por si mereciera ser investigado, según informa el diario The Washington Post.
El domingo, Trump insistió de nuevo en la red social Twitter, afirmando que McCain entregó el informe al FBI (sí lo hizo) y a la prensa (no hay prueba de que lo hiciera) para influir en las elecciones, acusándole de colaborar con los demócratas pese a que durante toda su vida fue republicano. McCain tuvo acceso al informe en cuestión después de las elecciones.
El presidente calificó además a McCain como “el último de su clase” en la Academia Naval, lo cuál no es cierto. Trump ha presumido en varias ocasiones de ser el mejor de su clase, pero tampoco es cierto; lo que sí es verdad es que se ha negado a revelar sus calificaciones, y su universidad recibió presiones para ocultarlas.
Megan McCain, hija del senador, respondió el sábado en Twitter asegurando que nadie amará al presidente como se ama a su padre, y pidiéndose que pase más tiempo con su familia en vez de “obsesionarse” con la suya. Horas después, Trump difundió un mensajeen Twitter en el que una usuario decía amar al presidente y odiar a McCain.
La viuda de McCain, Cindy, difundió por su parte un mensaje privado que recibió a través de redes sociales en el que se insultaba a ella y a su hija, se alegraba de que el senador estuviera muerto, y deseaba a su viuda la muerte.
En defensa de McCain salió el martes el senador republicano Mitt Romney (que, como su amigo muerto, también fue candidato presidencial): “No puedo entender por qué el presidente menospreciaría de nuevo a un hombre tan ejemplar como mi amigo John McCain: heroico, valiente, patriota, honorable, modesto, sacrificado, empático, y guiado por el sentido del deber hacia su familia, su país y Dios”.
Otro senador republicano, Johnny Isakson, criticó también duramente al presidente por sus comentarios sobre McCain.
Fuente:Telemundo