Naciones Unidas.- La ONU hizo hoy un llamamiento a los países desarrollados para ayudar a proteger a las más de 65,6 millones de personas en el mundo que se han visto obligadas a huir de sus casas, el mayor número de refugiados jamás registrado.
Con motivo del Día Mundial del Refugiado, el secretario general de la organización, António Guterres, pidió a los Gobiernos que aumenten sus cuotas de reasentamiento, detengan las devoluciones forzosas y no rechacen la entrada de aquellas personas que buscan asilo en otros países y “merecen protección”.
“Estamos viendo cada vez más fronteras cerradas, más refugiados que son rechazados y una disminución en las oportunidades de reasentamiento en países ricos”, advirtió el máximo responsable de Naciones Unidas en una rueda de prensa.
Guterres expresó su preocupación por las diferentes formas de “populismo político”, xenofobia y racismo a las que se enfrentan los refugiados alrededor del mundo, y recalcó la necesidad de brindar protección a aquellos que huyen del terrorismo y viven “en “dramáticas circunstancias” en campamentos abarrotados de gente.
“La protección de los refugiados no es solo una cuestión de solidaridad o de generosidad, sino también una obligación amparada bajo las leyes internacionales”, afirmó.
Guterres, que ocupó el puesto de Alto Comisario de la ONU para los Refugiados durante una década, reconoció el derecho de cada nación de aplicar sus propias políticas migratorias, pero insistió en que estas deben respetar los derechos humanos y la dignidad de los migrantes.
“La migración ha estado presente en el mundo desde siempre y, si nos fijamos en las proyecciones demográficas y económicas, es un elemento necesario para restablecer el equilibrio en la sociedad y la economía global (…) Todos los países la necesitan”, añadió.
A su juicio, el debate sobre la migración se ha vuelto “muy irracional”, por lo que considera necesaria una mayor solidaridad y cooperación entre los países para ayudar a controlarla y crear oportunidades en los países de origen, de forma que “la migración sea una opción y no una necesidad”.
Según datos de la Agencia de Naciones Unidas par los Refugiados (ACNUR), el número de desplazados a causa de la guerra, la violencia y la persecución alcanzó su máximo histórico en 2016, con más de 65,6 millones de personas lejos de su hogar.
Dos terceras partes son desplazados internos en su propio país (40,3 millones); 22,5 millones refugiados en terceras naciones, y 2,8 millones solicitantes de asilo.
Siria sigue siendo el país con más desplazados del mundo, con 12 millones, casi dos tercios de su población, seguido por Afganistán (4,7 millones), Irak (4,2 millones), y Sudán del Sur (3,3 millones).
Guterres recalcó que el 50 % de los refugiados vive bajo el umbral de la pobreza, ya que todavía no se dispone de la financiación suficiente para hacer frente a esta crisis.
“Es absolutamente crucial que la respuesta humanitaria esté plenamente financiada y que se exprese una mayor solidaridad internacional hacia los refugiados, sin olvidar que más del 80 % de los mismos vive en países desarrollados”, apuntó al respecto.
Por su parte, la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, recordó que su país proporciona “más ayuda humanitaria alrededor del mundo que cualquier otra nación” -unos 7.000 millones de dólares-, y aseguró que los países que acogen a los refugiados “seguirán contando con su apoyo”.
“El dinero por sí mismo no es suficiente; también debemos trabajar juntos para poner fin a los conflictos que desplazan a estas personas de sus hogares y destruyen sus países”, dijo Haley en un comunicado.
Fuente:EFE