Washington.- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, voló el viernes hacia Hawái, desde donde emprenderá una gira de 12 días por Japón, Corea del Sur, China, Vietnam y Filipinas marcada por la amenaza nuclear norcoreana, su reclamo de un comercio "justo" y la sombra de la investigación sobre la trama rusa.
"Creo que vamos a tener un gran éxito. Hablaremos de comercio. Hablaremos obviamente de Corea del Norte", comentó Trump a los periodistas antes de dejar Washington para volar a Hawái, donde visitaría este viernes la base de Pearl Harbor antes de partir el sábado hacia Japón.
Además, Trump anunció que alargará el viaje un día para asistir en Filipinas el 14 de noviembre a la reunión plenaria de la Cumbre del Este de Asia (EAS, por sus siglas en inglés), en la que en un principio no pensaba participar.
La agenda oficial de Trump comenzará el lunes en Tokio, donde mantendrá una serie de reuniones bilaterales y una ronda de golf con el primer ministro Shinzo Abe, visitará a la familia imperial japonesa y hablará con las tropas estadounidenses y niponas en la base aérea de Yokota.
Además, Trump y Abe se reunirán con "familiares de japoneses abducidos por el régimen norcoreano", según un alto funcionario estadounidense.
Las provocaciones de Corea del Norte, fundamentalmente sus ensayos nucleares y de misiles, dominarán las conversaciones en Japón y Corea del Sur, donde Trump estará el 7 y 8 de noviembre para asistir a una cena de Estado con el presidente Moon Jae-in y dar un discurso ante la Asamblea Nacional (Parlamento), entre otras actividades.
El principal asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, H.R. McMaster, enfatizó este jueves que el comportamiento de Corea del Norte es "una amenaza para el mundo entero" y que Trump, consciente de que "se acaba el tiempo", insistirá en que todos los países "responsables" deben cooperar para "aislar" al régimen de Kim Jong-un.
Tras haber amenazado en septiembre con "destruir totalmente" a Corea del Norte si continuaba con sus provocaciones, Trump evalúa ahora volver a incluir a ese país entre los considerados por Estados Unidos como "patrocinadores del terrorismo", según McMaster.
Además, Estados Unidos acaba de enviar a la península coreana dos bombarderos B-1B que realizaron el jueves ejercicios conjuntos consecutivos con cazas japoneses y surcoreanos.
Trump no irá a la zona desmilitarizada (DMZ) que divide a las dos Coreas y ha elegido, en cambio, viajar a Camp Humphreys, una base militar estadounidense a 43 millas al sur de Seúl no visitada por ninguno de sus predecesores en el cargo, según la Casa Blanca.
En China, adonde Trump llegará en la tarde del día 8, también la amenaza norcoreana estará sobre la mesa, dado que, según McMaster, Pekín "definitivamente está haciendo más" para presionar a Pyongyang, "pero obviamente no es suficiente".
La otra prioridad de Trump en su visita a Pekín será seguir presionando al gigante asiático para que la relación comercial bilateral sea más "justa" y equilibrada.
El resto de la gira tendrá un componente más económico con la participación de Trump a partir del día 10 en el Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC) en Danang, Vietnam, y, ya en Filipinas, primero en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) y después en la EAS.
La Casa Blanca ha adelantado que Trump quiere enfatizar su compromiso con la región del Indo-Pacífico, sobre todo tras su decisión, tomada nada más asumir la Presidencia, de sacar a Estados Unidos del Tratado de Asociación Transpacífico (TPP, por sus siglas en inglés).
No está programada por ahora, pero tampoco descartada, una reunión bilateral de Trump con el presidente ruso, Vladímir Putin, en el marco del APEC, y sí está confirmado, por otro lado, un encuentro del magnate con su homólogo filipino, Rodrigo Duterte.
Según la Casa Blanca, Trump tiene una "relación cálida" con Duterte a pesar de los insultos a Washington del mandatario filipino y de su polémica campaña contra las drogas, que ha causado más de 7,000 muertos.
Aunque Trump volvió a insistir el viernes en que no hubo ninguna "conspiración" entre su campaña y Rusia para interferir en las elecciones de 2016 en Estados Unidos, la investigación al respecto del fiscal especial Robert Mueller será una presencia constante durante la gira.
También el cansancio puede hacer mella en Trump, ya que esta gira internacional será la más larga realizada por un mandatario estadounidense desde la que llevó a cabo George H.W. Bush en 1992, recordada porque el expresidente se puso enfermo y vomitó encima del entonces primer ministro japonés durante una cena formal.
Fuente:EFE