El presidente Donald Trump lanzó el domingo un nuevo ataque contra la credibilidad de su propio FBI, en respuesta a las revelaciones de que un agente de esa agencia investigadora federal fue expulsado del equipo del fiscal especial Robert Mueller que investiga la intromisión rusa en las elecciones del año pasado debido a varios mensajes de texto en contra de Trump.
El viernes, el exasesor de seguridad nacional Michael Flynn se declaró culpable de mentirle al FBI y accedió a cooperar con la investigación guiada por el fiscal Mueller sobre la intromisión rusa en las elecciones de 2016. Trump despidió a Comey como director del FBI en mayo.
Horas antes el domingo, Trump volvió a negar que le haya ordenado al entonces director del FBI James Comey que dejara de investigar a Flynn.
En una serie de tuits, Trump cuestionó la dirección de la agencia federal encargada de la aplicación de la ley y escribió que después de Comey la reputación del FBI está “en Jirones: ¡lo peor de la historia!” y prometió “devolverla a la grandeza”. El presidente también retuiteó un mensaje que dijo que el nuevo director del FBI, Chris Wray, “necesita limpiar la casa”.
Trump dijo en otro tuit matutino del domingo: “Nunca le pedí a Comey que dejara de investigar a Flynn. ¡Solo más noticias falsas para cubrir otra mentira de Comey!“.
En junio, Comey testificó ante el Congreso que Trump le pidió si podía ver la posibilidad de “dejar ir a Flynn”. Comey dijo que la petición fue hecha un día después de que Trump obligara a Flynn a renunciar a su puesto en la Casa Blanca.
El presidente hizo sus comentarios por Twitter el domingo en medio de un renovado enfoque en la investigación de Mueller y la decisión de Flynn de cooperar con la investigación como parte de su acuerdo. Los demócratas afirman que crece la evidencia de coordinación entre el círculo de Trump y la intromisión rusa en las elecciones presidenciales de 2016.
“Este presidente ha estado obsesionado con esta investigación, siempre diciendo que no hay nada allí, pero cada semana cae otro zapato, donde vemos más evidencia de la persistente intromisión de los rusos y alguna respuesta de la campaña de Trump y de los allegados a Trump”, dijo el senador por Virginia Mark Warner, el principal demócrata en la Comisión de Inteligencia del Senado.
El presidente recalcó el domingo los informes de que un veterano agente de contrainteligencia del FBI fue retirado del equipo de Mueller meses atrás después de que se le descubriera un intercambio de mensajes de texto que fueron considerados potencialmente contrarios a Trump. El agente, Peter Strzok, también trabajó en una investigación sobre el uso de un servidor de correo electrónico privado por parte de Hillary Clinton cuando fue secretaria de Estado.
Peter Carr, portavoz de Mueller, dijo que Mueller sacó a Strzok del equipo “inmediatamente al enterarse de los señalamientos”. No explicó la naturaleza de las acusaciones. La persona que habló del asunto con The Associated Press no estaba autorizada para ser identificada oficialmente y habló con la condición de anonimato.
Trump tuiteó el domingo: “El papel del agente de la manchada (no, muy deshonesta?) FBI en la investigación sobre Clinton está bajo revisión. Participó en la investigación sobre Clinton”. En otro tuit dijo: “¡Ahora todo empieza a tener sentido!“.
El sábado, en sus primeras palabras sobre la noticia de Flynn, Trump cambió su versión sobre por qué despidió a Flynn como asesor de seguridad nacional y dijo que él sabía en ese momento que Flynn le había mentido al FBI y al vicepresidente Mike Pence sobre sus contactos con los rusos durante la transición presidencial.
Eso representó un giro con respecto a sus explicaciones iniciales de que Flynn tenía que irse porque no había sido sincero con Pence sobre esos contactos. Mentirle al FBI es un delito, algo que Flynn reconoció el viernes al declararse culpable y aceptar cooperar con la investigación del fiscal especial.
Ante las dudas planteadas por el tuit, el sábado en la tarde los colaboradores de Trump intentaron poner distancia entre el presidente y su mensaje. Una persona familiarizada con la situación señaló que el tuit fue escrito por John Dowd, uno de los abogados personales del dirigente. Dowd declinó realizar comentarios cuando fue contactado por The Associated Press el sábado en la noche.
En otro correo electrónico ligado a la investigación sobre los vínculos de Trump con Rusia, The New York Times reportó el sábado que los emails entre los principales responsables del equipo de transición del presidente sugirieron que Flynn estaba en contacto con otros miembros destacados del grupo antes y después de hablar con el embajador ruso, Sergey Kislyak.
Un correo electrónico del 29 de diciembre de K.T. McFarland, una de las asesoras de Trump, sugirió que las sanciones a Moscú anunciadas por el gobierno de Obama tenían como objetivo descreditar el triunfo del candidato republicano.
Las sanciones podrían dificultar que Trump aliviara las tensiones con Rusia, “que le ha entregado las elecciones en EEUU”, escribió en los mails obtenidos por el Times. Un abogado de la Casa Blanco dijo al diario que McFarland solo se refería a la versión que ofrecían los demócratas.
No está claro por qué Trump citó las mentiras al FBI como una razón para despedir a Flynn. Eso indicaría que el presidente sabía en ese momento que Flynn había hecho algo ilegal, y por lo tanto la investigación no podía ser tan frívola como él la había caracterizado.
Tampoco está claro cómo habría sabido eso, si se supone que la información sobre los contactos rusos no le había llegado, como él ha estado dejando implícito en su propia defensa.
Flynn dejó la Casa Blanca en febrero, y en ese entonces sólo reconoció que había dado un relato incompleto a Pence sobre sus conversaciones con el embajador Kislyak. Después de que Trump echó a Flynn, le pidió al director del FBI Comey que pusiera fin a la investigación de esa agencia en torno a este asunto. Comey se negó y Trump también lo despidió.
Fuente:AP