Suzano, Brasil - Diez muertos, entre ellos cinco menores, y otra decena de heridos es el balance provisional de la masacre sucedida este miércoles en la región metropolitana de Sao Paulo, considerada una de las peores tragedias escolares de Brasil.
Un tiroteo en una escuela de Suzano, a 37 millas de Sao Paulo, ha dejado este miércoles al menos diez muertos en un ataque perpetrado por un adolescente y un hombre de 25 años, que serían exalumnos y que luego se suicidaron.
Los dos individuos, identificados como Guilherme Taucci Monteiro, de 17 años, y Luiz Henrique de Castro, de 25, irrumpieron en la escuela Raúl Brasil, en la localidad de Suzano, a primera hora de la mañana.
Entonces efectuaron múltiples disparos contra alumnos y trabajadores del centro de enseñanza, explicó el secretario de seguridad pública de Sao Paulo, José Camilo Pires de Campo, en una rueda de prensa.
Según el secretario, las investigaciones preliminares apuntaron que los dos atacantes eran exalumnos de la escuela y que el más nuevo de ellos tenía "un histórico de problemas" en el centro educativo.
Ocho personas, entre ellas cuatro estudiantes y una empleada del local, murieron en el interior de la escuela, en cuyos pasillos los dos agresores se suicidaron después de que efectuaron al menos una veintena de disparos, además de ataques con cuchillos y un arco y flecha.
Otro estudiante murió dentro de la ambulancia de camino al hospital, mientras la segunda trabajadora de la institución falleció en el centro de salud donde había sido ingresada.
La décima víctima mortal se trata de Jorge Antonio Moraes, tío de uno de los asesinos, dueño de una empresa de alquiler de vehículos y quien recibió tres disparos minutos antes de que los agresores se adentrasen a la escuela.
La policía destacó que aún desconoce las razones para la matanza y aseguró que ahora trabajará para "atar todos los cables sueltos", según Pires de Campo.
Por su parte, el comandante de la Policía Militarizada, coronel Marcelo Salles, destacó que la pareja de asesinos disparó primeramente contra las dos trabajadoras y luego en los alumnos de manera "aleatoria" y con el objetivo de "hacer el mayor daño posible".
La primera llamada de emergencia fue recibida por las autoridades a las 9:35 a.m., hora local, y entre las armas encontradas junto a los agresores, figuraban un revólver calibre 38, artefactos explosivos y un machete.
Uno de los adolescentes asesinados es Cleiton Ribeiro, quien cursaba el último año de la Enseñanza Secundaria y recibió un balazo en la cabeza y varios otros por el cuerpo.
"Es muy triste, yo convivía con él todos los días. Este es nuestro año de graduación, que se supone jamás olvidaríamos, y ahora él ha muerto", dijo a Efe Diogo da Silva, amigo de Cleiton y quien escapó del tiroteo gracias a que logró saltarse los muros de la escuela.
El estudiante criticó el hecho de que las puertas de la escuela estuvieran abiertas en el momento del suceso.
Al menos otras diez personas siguen ingresadas en hospitales de la región, con heridas de múltiples gravedades.
El Hospital de la Santa Casa de Suzano afirmó que realizó más de treinta atenciones médicas a lo largo del día, entre víctimas de la tragedia y personas que se indispusieron al enterarse del suceso.
La estudiante Kelly Milene Guerra Cardoso, de 16 años, contó a Efe que un amigo suyo es uno de los ingresados que tuvo que ser trasladado de gravedad a un hospital de la capital paulista.
"Yo perdí amigos, tengo un amigo que fue tiroteado en el rostro y recibió varios tiros en el cuerpo y tuvo que ser evacuado en helicóptero", explicó la adolescente, quien escapó de los momentos de terror después de que las funcionarias del refectorio del local escondiesen a decenas de personas en la cocina.
"Fue angustiante, había muchos alumnos mal, y cada uno intentaba ayudar, cuidar del otro. Hasta que finalmente abrieron la puerta, pensamos que eran los asaltantes que habían venido a matarnos, pero era la policía", relató Guerra.
La escuela pública Raul Brasil acoge alrededor de 1,050 alumnos de entre 11 y 17 años y unos 400 estudiantes se encontraban en el interior de la institución a la hora de los hechos.
La masacre de Suzano se produce dos meses después de que el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, firmara un decreto que flexibiliza la compra y tenencia de armas de fuego, lo que desató una intensa polémica en el país y duras críticas por parte algunos sectores de la sociedad.
En su cuenta de Twitter, el mandatario lamentó la tragedia y prestó sus condolencias a las familias de las víctimas "del inhumano atentado ocurrido".
"Una monstruosidad y cobardía sin tamaño. Que Dios conforte el corazón de todos", expresó Bolsonaro.
La tragedia de Suzano es la peor sucedida en una escuela brasileña desde 2011, cuando 12 alumnos de una escuela de Realengo, un humilde barrio de la periferia de Río de Janeiro, fueron tiroteados por Wellington Menezes Oliveira, de 24 años.
Fuente:EFE