Chicago.- Dos republicanos de Illinois considerados entre los congresistas más vulnerables en la nación en cuanto a la posibilidad de reelegirse están rompiendo con su partido y con su extrovertido candidato presidencial, Donald Trump, para impulsar leyes que incluirían un mecanismo de naturalización para gente que vive en el país sin permiso.
El representante Bob Dold y el senador Mark Kirk acompañaron al representante federal republicano Mario Díaz-Balart de Florida y a líderes empresariales en un evento realizado el miércoles en Chicago. Argumentaron que una reforma integral de la inmigración ayudaría a la economía, aseguraría que las compañías tengan los trabajadores que necesitan y es hacer lo correcto.
"Se trata de la gente antes que la política", dijo Dold, cuyo distrito en el norte de Chicago alberga una enorme cantidad de votantes hispanos y empresas que están entre las 500 empresas estadounidenses en la lista de la revista Fortune. "Necesitamos arreglar un sistema inoperante".
El tema de la inmigración ha sido un asunto espinoso para los republicanos, en especial a medida que el electorado se ha vuelto más y más diverso. Después de los pésimos resultados obtenidos en las urnas electorales en 2012, los líderes republicanos dijeron que el partido debería ser más incluyente si quería ganar nuevamente la Casa Blanca. Al año siguiente, 14 senadores republicanos votaron a favor de una propuesta de revisión a las leyes de inmigración, la cual quedó estancada en la Cámara de Representantes. La medida hubiera fortalecido la seguridad fronteriza, incrementado el número de visas para inmigrantes y proporcionado a aproximadamente 11 millones de personas una vía para convertirse en ciudadanos.
Entre los 14 republicanos que apoyaron el plan estuvieron Kirk y los senadores Kelly Ayotte de New Hampshire y John McCain de Arizona, quienes también están tratando de conservar su escaño en las elecciones de noviembre.
Trump se ha movido en la dirección contraria, al afirmar que quiere construir un muro a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México y hacer que el país vecino pague su construcción. El candidato presidencial ha calificado a los inmigrantes mexicanos como violadores y ha prometido deportar a millones de inmigrantes que viven sin permiso en la nación.
Otros republicanos con cargo en riesgo se han desligado de las declaraciones más divisivas de Trump respecto a inmigración, pero siguen apoyando su candidatura.
Después de que el multimillonario afirmó que debería prohibirse el ingreso a Estados Unidos a todos los musulmanes, Ayotte dijo que se opone a cualquier "prueba con bases religiosas para nuestros estándares de inmigración". El senador republicano Rob Portman de Ohio estalló contra Trump por decir que un juez federal de ascendencia mexicana no podía ser imparcial en un juicio que preside por una demanda en contra de una empresa del candidato debido a la propuesta de éste de construir un muro.
El repudio ha sido particularmente fuerte en lugares con tendencia de izquierda, como Illinois, donde en años recientes los legisladores han aprobado licencias de manejo y extendido atención médica a algunos inmigrantes que están en el país sin permiso.
Incluso Bill Kunkler, un vicepresidente ejecutivo de una compañía de Chicago que toda su vida adulta ha votado fielmente por republicanos para la presidencia, calificó los comentarios de Trump sobre los inmigrantes como "desagradables y aborrecibles" y pronosticó que dañarán a los republicanos en noviembre.
"Espero que Trump y sus partidarios sean humillados en las elecciones", declaró Kunkler, quien atribuye su éxito en los negocios a los inmigrantes mexicanos que trabajaron a su lado durante sus primeros años laborales, en los que supervisaba una cantera en Illinois.
Fuente:AP