Los Ángeles.- Andrés Dorantes se daba por más que satisfecho con su "tarjeta verde" de residente y su trabajo como artista de tatuajes en Los Ángeles. Nunca se sintió apremiado por sacar la ciudadanía.
Pero eso cambió cuando Donald Trump llegó a la presidencia y de inmediato emitió órdenes ejecutivas para combatir la inmigración ilegal y suspender el ingreso de personas de siete países mayormente musulmanes. Dorantes, un inmigrante mexicano, arregló para asistir a un taller sobre naturalizaciones con miras a comenzar los trámites para sacar la ciudadanía.
"Desde hace rato que lo quiero hacer, pero siempre estaba ocupado", dijo Dorantes, de 33 años y quien vino hace una década a Estados Unidos, pedido por su padre. "Ahora veo lo que está pasando, todo es una locura".
Desde el mes pasado, los inmigrantes han estado buscando solicitudes de ciudadanía. Organizaciones que ofrecen ayuda legal a los inmigrantes de América Latina, Asia y el Medio Oriente en Los Ángeles, Maryland y Nueva York dicen que han estado recibiendo muchas más llamadas y preguntas sobre esos trámites.
La espera por una cita para talleres sobre ciudadanía dirigidos a los inmigrantes asiáticos toma hoy el doble del tiempo en Los Ángeles. Desde que Trump anunció sus decretos sobre inmigración, la cantidad de inmigrantes que solicitan información sobre la ciudadanía en una organización musulmana del sur de California se ha duplicado. Y lo mismo sucede en agrupaciones que asisten a latinoamericanos en Maryland y Nueva York, según activistas.
El interés en la ciudadanía comenzó a aumentar cuando Trump hizo de la lucha contra la inmigración ilegal uno de los pilares de su campaña presidencial. Casi un millón de personas solicitaron la ciudadanía en el año fiscal de 2016, la cifra más alta en nueve años, según estadísticas del gobierno.
En ceremonias de naturalización en Los Ángeles la semana pasada, muchos de los 6,000 nuevos ciudadanos lloraron e hicieron ondear banderas estadounidenses. La ceremonia cobró un tinte emotivo en Chicago una semana antes cuando un inmigrante sirio recitó el juramento de fidelidad a la bandera estadounidense mientras en los tribunales se discutía el decreto de Trump que suspendía temporalmente el ingreso de personas oriundas de Siria.
Los inmigrantes tradicionalmente sacan la ciudadanía porque ofrece muchas ventajas: pueden votar, conseguir mejores empleos, viajar con pasaporte estadounidense y traer a sus familiares de otros países. Este año la motivación es otra: el temor a lo que pueda hacer Trump con los inmigrantes.
"Después de las elecciones hubo un cambio. Ya no la pedían (la ciudadanía) para tener mejores oportunidades y poder traer a sus familias. Pensaban 'ahora hay un presidente que está en contra de los inmigrantes y tenemos que hacer lo que podamos para protegernos''', expresó Nasim Khansari, director del proyecto de ciudadanía de la organización Asian Americans Advancing Justice de Los Ángeles.
Por años los activistas han instado a los residentes permanentes a que saquen la ciudadanía, algo que los protege de la deportación incluso si cometen algún delito.
Sin embargo, millones de inmigrantes que satisfacen los requisitos se abstienen de hacerlo, a menudo por temor a no pasar el examen de inglés o el examen sobre la historia de Estados Unidos, combinado con el hecho de que hay que pagar cientos de dólares por el papeleo.
Para solicitar la ciudadanía una persona debe haber vivido cinco años legalmente en el país. Más de ocho millones de personas estaban en condiciones de solicitar la ciudadanía en el 2013, de acuerdo con el Departamento de Seguridad Nacional.
Lo que decidió a muchos de los que están solicitando la naturalización ahora fue la prohibición del ingreso de personas de siete países de mayoría musulmana. Incluso gente que no había sido afectada por la medida --la cual fue bloqueada por los tribunales-- se sintió tocada, según activistas, sobre todo después de que muchos inmigrantes con permiso de residencia fueron demorados e interrogados en los aeropuertos.
Alexia Schapira, abogado de Make the Road New York, dice que la medida alarmó a los colombianos, ecuatorianos y dominicanos que asiste su organización, generando "mucha inseguridad".
La cantidad de gente que pide la ciudadanía generalmente aumenta cuando se anuncia un incremento inminente en las tarifas del trámite o en la antesala de elecciones presidenciales, pues muchos inmigrantes quieren votar. En el 2007 hubo un enorme aumento tras masivas marchas en defensa de los derechos de los inmigrantes y de cara a otro incremento en las tarifas. Otros acontecimientos mundiales pueden provocar un alza en las solicitudes, como el aumento del 40% que hubo después de los ataques del 11 de septiembre del 2001.
La promesa de Trump de construir un muro a lo largo de toda la frontera con México y de deportar gente movilizó a muchos. Gustavo Zavala, residente de Los Ángeles que vive en Estados Unidos desde hace casi cuatro décadas, dice que se naturalizó en diciembre después de que sus hijas, ya adultas, lo instaron a hacerlo a la luz de la retórica de Trump.
Numerosos inmigrantes con status legal no pidieron la ciudadanía porque dudaban que Trump pudiese ganar o, si lo hacía, cumplir sus promesas, ni que pudiesen afectar a los inmigrantes que llevan años viviendo y trabajando legalmente en el país.
Fuente:AP