viernes, 20 de diciembre de 2019

Los temas y momentos importantes del sexto debate demócrata

San Francisco, California - El último debate del año entre los demócratas que buscan la candidatura del Partido Demócrata a la presidencia de Estados Unidos se tiñó el jueves del espíritu navideño incluyendo pedidos de perdón y la promesa de los aspirantes de que el mejor regalo para el país sería derrotar a Donald Trump.

El encuentro de los siete aspirantes que lograron pasar los requisitos del Comité Nacional Demócrata se llevó a cabo en Los Ángeles, y durante dos horas y media exploró las propuestas de los demócratas sobre salud, economía, educación, relaciones exteriores, inmigración, el proceso de "impeachment" de Trump y también intentó tocar la sensibilidad de los participantes.

La periodista de PBS y moderadora del debate Judy Woodruff sorprendió a los aspirantes al pedirles que escogieran entre pedir una disculpa u ofrecer un regalo.

Los aspirantes, que venían de un álgido debate sobre la cobertura de salud y el financiamiento de estos planes que comenzó con el exvicepresidente Joe Biden y el senador Bernie Sanders, se tomaron su tiempo para reaccionar sobre la pregunta.

Finalmente, los cinco hombres sobre la tarima optaron por dar regalos, y las senadoras Elizabeth Warren y Amy Klobuchar prefirieron pedir perdón.

Warren y Klobuchar se disculparon por las reacciones emocionales que tienen tanto con sus electores como con sus contrincantes.

“Estoy haciendo esto porque creo que es muy importante elegir al candidato adecuado aquí”, dijo Klobuchar al explicar la franqueza con la que se dirige a los otros aspirantes.

Por su parte, el alcalde de South Bend en Indiana, Pete Buttigieg, dijo que le gustaría dar a la nación el regalo de tener a cualquiera de los siete demócratas que se encontraban en el escenario de la universidad Loyola Marymount elegido como presidente, "en comparación con lo que tenemos".

En el mismo sentido, el multimillonario Tom Steyer aseguró que los candidatos deberían obsequiarse la capacidad de trabajar en equipo para unir a la nación, y luchar por encontrar la libertad, la igualdad y la justicia.

Para el senador de Vermont Bernie Sanders, todos los candidatos deberían regalarle al pueblo estadounidense "una visión muy, muy diferente" a la presentada por Trump.

Un poco más escueto, Joe Biden advirtió de que como candidatos demócratas le deben un regalo a los votantes, sin referirse al presidente.

El empresario Andrew Yang, que fue el primero en contestar, dijo que le gustaría regalar a cada candidato una copia de su libro sobre cómo la automatización va a mejorar la economía de la nación.

Yang también envió un mensaje a los votantes de las minorías por ser el único aspirante presente que no era blanco.

"Es un honor y una decepción ser el único candidato de color en el escenario esta noche”, consideró.

“Extraño a Kamala (Harris), extraño a Cory (Booker), pero creo que Cory volverá”, dijo al referirse a los debates, pero se olvidó de Julián Castro, latino y cuya campaña sigue activa.

Sobre los latinos y los afroamericanos, Yang subrayó que tienen poder en número pero enfrentan obstáculos como las disparidades de salud y carecen del poder financiero que domina la política.

Yang también titubeó al ser cuestionado sobre qué haría en caso de llegar a la presidencia con los amparados por el programa de Acción Diferida (DACA), que están peleando por mantener su estatus.

“Inmigración es un tema que los aspirantes no están tomando en serio, nosotros necesitamos que los demócratas debatan sobre este tema”, advirtió Pablo Alvarado, director de la Red Nacional de Jornaleros (NDLON).

Alvarado y cerca de 100 personas más protestaron frente a las instalaciones de la universidad donde se llevó a cabo el debate para exigir que el tema de inmigración tenga más tiempo en esos encuentros.

“Es muy poco tiempo para debatir un tema de estos en un estado como California”, insistió Alvarado.
Fuente:EFE

Pelosi le pone suspenso al juicio político y frena el proceso

Washington.- La crispación política en Estados Unidos tras la aprobación de los cargos políticos en la Cámara de Representantes contra el presidente Donald Trump se recrudeció el jueves con acusaciones mutuas entre los líderes republicanos y demócratas en el Congreso, y los insistentes ataques al proceso por parte del mandatario.

"Fui enjuiciado políticamente anoche sin un solo voto republicano con la continuación de los demócratas que no hacen nada en la mayor Caza de Brujas de la Historia de EEUU", tuiteó Trump a primera hora.

La división en el Congreso, con los demócratas con mayoría en la Cámara de Representantes y los republicanos en el Senado, quedó patente de nuevo con el cruce de ataques verbales el día después de la histórica votación, que dio luz verde a un juicio político contra Trump en la Cámara Alta.

"Seamos claros: el voto de ayer de la Cámara (Baja) no fue un juicio neutral. Fue el final predeterminado de una cruzada partidista", remarcó el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, en una intervención.

McConnell lamentó que la "ira partidista" de los demócratas haya creado "un nuevo precedente tóxico que tendrá eco en el futuro".

Como consecuencia y por tercera vez en su historia, EEUU vivirá un juicio político a un presidente después de que la Cámara Baja aprobara el miércoles los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso contra el mandatario por presiones a Ucrania para que investigara a su rival político, el exvicepresidente Joseph Biden.

El procedimiento marca ahora que la demócrata Nancy Pelosi, como presidenta de la Cámara de Representantes, debe entregar los cargos contra Trump al Senado para que se inicie el juicio político que lleve a su absolución o condena y posterior destitución.

El último giro de guión, sin embargo, amenaza con postergar los tiempos para el inicio del proceso.

Pelosi ha declarado que no tiene claro cuándo dará ese paso alegando que los republicanos que controlan el Senado no han ofrecido garantías de un juicio político justo para la oposición.

"Por el momento no hemos visto nada que nos parezca justo. Así que esperemos a que sea justo. Y cuando veamos que lo es, enviaremos a nuestros representantes", dijo la líder demócrata sobre los republicanos en el Senado en una rueda de prensa.

Los progresistas han pedido que durante el juicio político en la Cámara Alta comparezcan testigos adicionales a los que ya testificaron durante la investigación de los demócratas para abrir este proceso; algo a lo que se han opuesto los conservadores.

"Me recordó que nuestros padres fundadores, cuando escribieron la Constitución, sospecharon que podría haber un presidente corrupto. Pero no creo que sospechasen que podríamos tener un presidente corrupto y un líder en el Senado corrupto al mismo tiempo", subrayó Pelosi ante los periodistas hoy.

Al retener la entrega de los cargos políticos al Senado, los demócratas añaden incertidumbre al calendario e intentan presionar a McConnell, que será quien diseñe el formato del juicio, para que acepte sus condiciones.

Este replicó el jueves que la decisión de Pelosi responde a que la oposición tiene "demasiado miedo" de presentar su "chapucero trabajo" a la Cámara Alta.

En el Senado, los republicanos mantienen el control por un ligero margen, de 53 frente a 47, a lo que se suma que el proceso de destitución de un presidente exige, además, una mayoría de dos tercios para ser consumado, por lo que parece probable que Trump salga airoso del "impeachment".

Durante el proceso, la Cámara Alta estará dirigida por el presidente de la Corte Suprema, en este caso el magistrado John Roberts, y los senadores actuarán de jurado, mientras que un grupo de legisladores elegidos en la Cámara Baja harán de "fiscales" o de los llamados "encargados de la acusación".

Una vez que el "impeachment" arranque transcurrirá de manera similar a un juicio tradicional: los fiscales comenzarán con una declaración inicial, seguida de la de los abogados del presidente.

A lo largo del proceso, los senadores escucharán los argumentos, al igual que hace un jurado ordinario.

Después de que cada parte exponga sus argumentos finales, comenzarán las deliberaciones en una sesión a puerta cerrada y cuando acaben, el Senado votará en público y por separado cada cargo político.
Fuente:EFE