El Departamento de Policía de Los Ángeles comenzó a desplegar un operativo de seguridad ante potenciales incidentes en el marco de la transferencia de poderes al presidente electo, Joe Biden, mientras la Oficina de Investigaciones Federales (FBI) continúa una búsqueda de cientos de participantes en el ataque al capitolio la semana pasada.
También en torno al capitolio estatal en Sacramento las autoridades han dado pasos para prevenir potenciales atentados, luego de que el FBI supo sobre posibles disturbios de grupos armados ante el edificio del congreso y en las capitales de los 50 estados en la nación.
El gobernador Gavin Newsom, junto con los líderes de la cámara baja estatal y el senado de California, emitió un comentario escrito para imprimir confianza en los californianos.
“Si bien no podemos mencionar medidas de seguridad específicas, estamos en constante comunicación con la Patrulla de Carreteras de California (CHP), los sargentos del Senado y la Asamblea, y las fuerzas del orden locales para mantener la casa de la gente segura [capitolio]”, informaron conjuntamente.
En Los Ángeles el jefe de policía, Michel Moore, informó que su departamento desplegó en el operativo sus fuerzas “para garantizar la seguridad de nuestra ciudad, las instalaciones, y mantenemos un estrecho monitoreo con autoridades estatales y federales”.
Los tres niveles de gobierno se coordinan para compartir “cualquier información, consejo o pista con relación a protestas en la región de Los Ángeles”.
Aunque Moore declaró que por ahora no hay ninguna amenaza creíble en el área, dijo que las autoridades “estamos conscientes de amenazas que se enfocarían en el capitolio y edificios de gobierno estatales alrededor del 17 de enero, así como de los eventos del 20 de enero”, la fecha del cambio de presidencia.
Pidió a los angelinos reportar cualquier incidente sospechoso.
El jefe de policía reveló también que un empleado de su departamento asistió a una manifestación que después se tornó violenta cuando centenares de seguidores del presidente Trump y de organizaciones supremacistas tomaron el capitolio.
Sin revelar la identidad de ese empleado, el jefe Moore informó que viajó en su tiempo fuera de servicio y se retiró antes de que los manifestantes marcharan hacia el edificio del congreso.
Moore dijo que aconsejó a ese empleado que, aunque no participó en la irrupción al congreso, hablara de cualquier con el FBI porque su declaración puede ayudar a identificar a otras personas que sí participaron.
Invitó a que cualquier otro oficial que haya asistido a la concentración ante la Casa Blanca proporcione información.
El FBI informó que ha recibido más de 100,000 pistas relacionadas con la toma violenta del congreso y hasta este miércoles había arrestado a cerca de un centenar de sospechosos por delitos diversos.
Uno de los más buscados con relación a los hechos del 6 de enero es un desconocido con el rostro cubierto que fue captado por cámaras de seguridad cuando depositó explosivos en las sedes de las convenciones Republicana y Demócrata en Washington.
El FBI ofrece una recompensa de $50,000 dólares a quien ofrezca informes confidenciales que conduzcan a la detención de ese sospechoso.
Aparte, las autoridades también buscan a dos desconocidos que el mismo 6 de enero, pero en Los Ángeles incitaron una agresión masiva contra una joven afroamericana de 25 años de edad, Belinda Nibo.
Nibo se dirigía a su casa y pasó cerca de la protesta de seguidores de Trump, entre quienes algunos la agredieron y la rociaron repetidas ocasiones con gas pimiento en el rostro.
Autoridades y medios han identificado a algunos residentes del sur de California que viajaron a Washington para marchar a ocupar el capitolio cuando el congreso se disponía a ratificar al presidente electo Joe Biden como ganador de la elección del 3 de noviembre.
Además del policía angelino que entrevistó el FBI, también se identificó a dos residentes del condado de Orange, quienes habían subido videos de la marcha al capitolio pero después los retiraron de YouTube, Kristopher Dreww y Michelle Peterson.
En el norte del condado de San Diego también se identificó por mensajes en redes sociales y videos un exmilitar y quiropráctico que formó un grupo en Facebook, Cordie Williams.
Entrevistado en San Diego, Williams dijo que fue a Washington porque, a su parecer, “hay fuerzas malvadas y demoniacas” que aspirarían a cargos de gobierno.
También de San Diego fue la única persona que pereció de un disparo en la toma del capitolio, Ashli Babbit, una veterana de la Fuerza Aérea.
Fuente:EFE