Los migrantes proceden, en su mayoría, de Guatemala, El Salvador y Honduras.
El titular de la Secretaria de Seguridad Pública Municipal, Raúl Ávila, informó a la agencia de noticias Efe que el reporte llegó a la Fiscalía General de la República (FGR) después de recibir una alerta de la embajada de Guatemala sobre el secuestro de personas originarias de ese país.
Además, la FGR alertó a las autoridades locales, quienes también recibieron una llamada de emergencia al 911 en la que pedían ayuda para rescatar a personas que estaban encerradas en dos cuartos.
El funcionario relató que varias decenas de personas "estaban en un cuarto de cinco metros cuadrados, en condiciones infrahumanas. Con el calor de esta ciudad y, como los tenían hacinados, se estaban deshidratando. Estaba a reventar el lugar".
Del total de migrantes rescatados, 123 fueron entregados al Instituto Nacional de Migración (INM) para definir su estancia legal en México, cuatro menores fueron remitidos al Sistema Integral para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) y 13 personas al Grupo Beta -agentes que orientan y asisten a migrantes- toda vez que comprobaron su estancia legal en el país.
De vuelta a Guatemala
Uno de los extranjeros liberados fue Isabel Pinzón, originario de Santa Rosa, Guatemala, y quien hace cuatro meses salió de su país en busca del sueño americano.
"Esta dura la situación al cruzar, las autoridades nos tratan como si fuéramos hacer algo malo. Pasa uno mucha hambre en el trayecto", contó.
El hombre relató que tenía 10 días encerrado en esa casa y que ahora que recuperó su libertad quiere regresar a su país con su esposa e hijos.
"Mi familia me decía que le echara ganas cuando les decía que quería ir a Estados Unidos, pero la verdad ahora quiero que me regresen a mi país, ahí puedo trabajar, se tiene poco pero está mejor", concluyó.
Un promedio de 54 migrantes son secuestrados en México cada día, a quienes grupos delincuenciales los retienen en la noche, cuando no hay testigos, según reportes de la Comisión Nacional de Derechos Humanos,
Además, son atrapados y retenidos para trabajar como esclavos, prostituirse o someterlos a malos tratos.
Desde octubre de 2018, y a pesar del endurecimiento de la vigilancia en la frontera sur de México, miles de migrantes de Centroamérica, Haití y Cuba entran a territorio mexicano con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
Los traficantes de personas buscan rutas para los extranjeros y, en ocasiones, se estacionan en los estados del sur y centro del país, además de los del norte, que hacen frontera con Estados Unidos, como Chihuahua.
Fuente:EFE