El presidente Donald Trump fustigó el sábado a la alcaldesa de San Juan y a otros funcionarios de Puerto Rico y desdeñó sus quejas por lo que consideraron una reacción demorada de Estados Unidos frente al desastre natural que ha puesto en peligro el futuro de la isla. La funcionaria había reclamado al mandatario que ''el gobierno nos está matando con su ineficiencia''.
“El liderazgo de la alcaldesa de San Juan y de otros en Puerto Rico es tan deficiente que no pueden hacer que sus trabajadores ayuden”, dijo Trump en varios tuits un día después de que la funcionaria solicitó asistencia.
“Quieren que otros hagan por ellos lo que debería ser un esfuerzo en común”, tuiteó Trump desde su club de golf de Nueva Jersey.
Los tuits fueron una crítica mordaz contra la titular de una comunidad en crisis. Después de 10 días de desesperación en los que muchas personas carecen de acceso a artículos de primera necesidad como alimentos y agua, la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulin Cruz, afirmó el viernes que el gobierno de Trump “nos está matando con su ineficiencia” tras el paso del huracán María.
La mandataria local imploró al presidente, que tiene previsto visitar el martes el territorio estadounidense, que “se asegure de que quien esté a cargo esté a la altura de la tarea de salvar vidas”.
Los tuits de Trump fueron un reproche inusualmente incisivo en un momento delicado de desastre, cuando los mandatarios a menudo dejan de lado sus diferencias partidistas en nombre de la solidaridad. Pero es un recordatorio de la constante propensión de Trump a responder con críticas a sus detractores, sean las circunstancias que sean.
Trump señaló que hace todo lo posible para ayudar al “¡gran pueblo de PR!” y dijo que no escatimará esfuerzos para asistir a la isla en su recuperación tras el desastre causado por María. También ha elogiado repetidamente las acciones de recuperación de su gobierno al afirmar que el personal militar y los equipos de emergencia han efectuado “una labor increíble” a pesar de los considerables desafíos logísticos.
Miles de puertorriqueños más han recibido agua y raciones de alimentos a medida que comienzan a superarse los obstáculos para la distribución de la asistencia. Sin embargo, aún se necesitan elementos de primera necesidad, como agua, electricidad y combustible, en especial en las afueras de la capital.
El gobierno de Trump ha intentado en los últimos días combatir la percepción de que tardó en comprender la magnitud de la destrucción causada por el temporal y prestó a la isla menos atención que la conferida a estados como Texas, Luisiana y Florida, que fueron azotados por los huracanes Harvey e Irma.
Funcionarios han sostenido numerosas conferencias de prensa en las que actualizan la información sobre las acciones de asistencia y Trump conversó el sábado por teléfono desde Nueva Jersey con Brock Long, titular de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA por sus siglas en inglés) así como con el gobernador de Puerto Rico, Ricardo Rosselló, y otras autoridades locales.
Sin embargo debido a la intensificación de las críticas durante la semana, al parecer la paciencia del presidente ha disminuido.
“A la alcaldesa de San Juan, que fue muy elogiosa hace apenas unos días, los demócratas le han dicho ahora que debes ser mala con Trump”, afirmó el mandatario sin respaldar con pruebas sus palabras.
El titular de la FEMA afirmó que “el problema que tenemos con la alcaldesa es desafortunadamente que la unidad de mando es en última instancia necesaria para la eficacia de esta respuesta” y solicitó la presencia de Yulin en una oficina conjunta de campo.
Cruz optó por no enzarzarse en el intercambio verbal y se pronunció por una atención solidaria para la gente que necesita ayuda.
“La meta es sólo una: salvar vidas. Este es el momento para demostrar de qué estamos hechos. No podemos distraernos con nada más”, dijo en un tuit en el que publicó fotografías de ella reunida con residentes y socorristas.
Fuente:AP
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