Santo Domingo.- El presidente dominicano, Danilo Medina, cumple hoy el primer año de su segundo mandato, un período marcado por el escándalo de los sobornos de Odebrecht, que ha originado una movilización social sin precedentes en el país contra la corrupción.
Tras su holgado triunfo en los comicios en los que exhibió como principal bandera el crecimiento económico de la isla, que alcanzó, en promedio, un 7% anual durante su primer mandato, Medina inició en agosto del año pasado el cuarto Gobierno consecutivo del Partido de la Liberación Dominicana (PLD, liberal).
Pero solo cuatro meses después de iniciar su segundo mandato, estalló el escándalo de Odebrecht que involucra a varios dirigentes tanto del partido oficialista como del principal de la oposición y que ha afectado a su popularidad.
En opinión de la politóloga Rosario Espinal, este año ha sido el “más difícil para Medina de los 5 que ha gobernado así como el más difícil para el PLD en sus 17 años de Gobierno”.
Espinal dijo que el “escándalo de Odebrecht ha desvelado la magnitud del problema de la corrupción en los Gobiernos del PLD”, lo que ha tenido un impacto negativo para la gestión de Medina.
Después de varios meses de investigación, por el caso Odebrecht fueron imputadas el pasado mayo 14 personas, entre ellas el ahora exministro de Industria y Comercio Temístocles Montás y el presidente del Partido Revolucionario Moderno (PRM, principal de la oposición), Andrés Bautista, ambos en libertad condicional bajo fianza desde el 11 de julio tras más de un mes en prisión preventiva.
De los 14 imputados, solo se encuentran en prisión preventiva el empresario Ángel Rondón, señalado por el Ministerio Público como la persona que distribuyó los 92 millones de dólares en sobornos que Odebrecht admitió haber pagado para acceder a obras públicas en el país entre 2001 y 2014, y el exministro de Obras Públicas Víctor Díaz Rúa, un importante dirigente del PLD.
El resto de involucrados tiene impuestas distintas medidas de coerción, mientras las autoridades se concentran ahora en ampliar las investigaciones, que deberán concluir en unos seis meses, según la decisión del juez a cargo.
Pese al escándalo, el presidente apenas se ha referido en contadas ocasiones a este caso, una de ellas fue en febrero pasado, en su primer discurso de rendición de cuentas de su segundo mandato, cuando aseguró que “no habrá espacio para la impunidad”.
Si bien Medina ha optado por el silencio en torno a este caso, los dos principales partidos han respaldado a sus dirigentes involucrados y la mayoría de ellos incluso se han reintegrado a la actividad política.
Mientras el caso sigue en la Justicia, las protestas, convocadas por Marcha Verde, el movimiento que aglutina a un grupo de organizaciones sociales que surgió en enero de este año para repudiar la corrupción y la impunidad, han continuado en las calles con multitudinarias marchas en diferentes ciudades de todo el país y la próxima está fijada para el 20 de agosto.
Según Espinal, el éxito de estas marchas se debe a que hasta ahora no se habían dado manifestaciones de esa magnitud en el país para protestar contra la corrupción.
Otra novedad, según Espinal, es la movilización de las clases medias y medias altas, que sienten que sus impuestos no están siendo usados correctamente y que se han sentido identificados con esa lucha contra la corrupción de Marcha Verde.
“Creo que el escándalo de Odebrecht se convirtió en la gota que rebosó la copa de insatisfacciones de la clase media y ha movilizado a ese sector social que no se movilizaba nunca”, añadió Espinal.
Por su parte, el Gobierno ha lanzado en los últimos días una campaña en la que promueve sus principales logros así como las inversiones que ha realizado en distintas áreas sociales, entre las que destaca la inversión del 4 % del PIB en educación.
El Gobierno de Danilo Medina llega a su quinto año con el logro de mantener un alto crecimiento de la economía, aunque inferior al de años anteriores ya que se espera que termine el año con un crecimiento de entre el 5,0 y el 5,5 %.
Al comenzar el segundo año de Gobierno de su segundo mandato y cuando ya se ha abierto el debate en el país sobre si optará o no por la reelección aunque la Constitución lo prohíbe, Medina tiene entre sus principales retos la lucha contra la delincuencia, la principal preocupación de los dominicanos, así como una mejora de los servicios públicos.
Fuente:EFE
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