El candidato socioliberal Emmanuel Macron ganó el domingo las elecciones presidenciales francesas con unos 30 puntos de ventaja sobre su rival, la ultraderechista Marine Le Pen, según las primeras proyecciones.
De acuerdo con las estimaciones sobre voto real ofrecidas por los medios franceses, Macron obtuvo un 65% de los votos, frente al 35% que consiguió Le Pen, con una participación históricamente baja de en torno al 75%. Marine Le Pen concedió la derrota con un breve discurso.
Los franceses votaron desde primera hora del domingo en la segunda vuelta de unas elecciones presidenciales que decide el futuro de Europa. Los candidatos a suceder al socialista François Hollande fueron el independiente Emmanuel Macron y la populista líder de ultraderecha Marine Le Pen.
Con Macron como favorito en las encuestas, los centros de votación abrieron sus puertas en el territorio continental francés a las 8 de la mañana hora local bajo la supervisión de 50,000 efectivos de las fuerzas de seguridad ante la amenaza de posibles ataques extremistas.
Los comentaristas señalaban que la baja participación beneficiaría a Le Pen. Se consideró que sus partidarios estaban más comprometidos, por lo que era más probable que acudieran a las urnas.
Macron, de 39 años y exministro de Economía en el gobierno socialista del presidente saliente, François Hollande, se deshizo en sonrisas a su salida de su casa de vacaciones en la localidad turística de Le Tourquet, en la costa norte del país, donde votó junto a su esposa Brigitte alrededor de las 11 de la mañana.
Un 28.54% de los electores franceses había votado al mediodía del domingo en la primera vuelta de las presidenciales francesas, una cifra muy similar a la de hace cinco años, indicó el Ministerio del Interior.(Publicado domingo 23 de abril de 2017)
Apenas 20 minutos más tarde, Le Pen, de 48 años, hacía lo propio en Henin-Beaumont una pequeña localidad del norte gobernada por su partido, el Frente Nacional. La líder de ultraderecha estuvo acompañada por su alcalde, Steeve Briois, que funge como líder de la formación durante la campaña.
Le Pen votó sin incidentes tras la detención de activistas feministas un par de horas antes por colgar una enorme pancarta en contra de la aspirante en el exterior de una iglesia.
Por su parte, Hollande acudió a un colegio electoral de su feudo político de Tulle, en el suroeste del país, donde públicamente el voto para su exprotegido Macron.
La campaña electoral más seguida e impredecible de los últimos años terminó con un ciberataque y la filtración de documentos contra Macron el viernes por la noche. La agencia de ciberseguridad del gobierno galo, ANSSI, investiga el ataque, que según el equipo del centrista buscaba desestabilizar la cita electoral.
El futuro de la Unión Europea podría estar también en manos de los 47 millones de franceses llamados a las urnas, que pueden arriesgar y colocar en el palacio del Elíseo a Le Pen, que sueña con abandonar el bloque y la moneda única, o jugar seguro con Macron, un proeuropeo que quiere reforzar la unión.
Le Pen amplió las miras de su formación aprovechando y alimentando el descontento con la globalización y los temores asociados a la inmigración y el extremismo islámico. Macron sostuvo que Francia debe replantearse sus leyes laborales para ser más competitiva a nivel mundial y su llamado a la unidad y la tolerancia le valió el calificativo de ingenuo de parte de su rival.
Macron liderará a Francia en una situación inédita ya que no procede de los partidos tradicionales que han comandado el parlamento y el país durante décadas. También tendrá que intentar lograr una mayoría parlamentaria en los comicios de junio para poder impulsar grandes cambios.
Fuente:AP/EFE
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