El fiscal general del estado de Washington, Bob Ferguson, anunció este jueves su pedido a una corte federal en Seattle para que bloquee el nuevo decreto migratorio del presidente Donald Trump.
Ferguson logró ponerle freno a la primera versión del veto presentado por Trump en febrero.
Este jueves además, el fiscal general de Nueva York, Eric Schneiderman, anunció por medio de un comunicado que se sumará a la demanda de Washington.
Schneiderman dijo que lo hará de manera formal el lunes, y que se espera que también se sume la fiscal general de Minnesota, Lori Swanson.
"La más reciente orden ejecutiva del presidente Trump es una prohibición a los musulmanes, imponiendo políticas y protocolos que violan la Constitución", dijo Schneiderman.
De igual modo, se informó que la fiscal general de Massachusetts, Maura Healey, haría lo propio.
"El segundo veto migratorio del presidente Trump sigue siendo un intento discriminatorio e inconstitucional para quedar bien con su promesa de campaña de implementar un veto a los musulmanes. Estamos consolidando nuestros esfuerzos legales y uniéndonos a los demás estados, liderados por Washington, para continuar batallando contra las políticas ilegales de inmigración de esta Administración", dijo Healey.
Agregó que "esperamos presentar nuestros argumentos en el tribunal en los próximos días para proteger a nuestros residentes, instituciones y la economía en Massachusetts".
Se espera que la decisión de la corte sobre este caso se emita en menos de una semana.
El estado de Hawai interpuso este miércoles la primera demanda contra el nuevo veto migratorio.
Los abogados del estado presentaron el recurso ante un tribunal federal en Honolulu al que pidieron una suspensión temporal de la medida aprobada este lunes por el presidente, antes de que entre en vigor el próximo 16 de marzo.
"Todos queremos seguridad en nuestro país. Pero discriminar a personas por su nacionalidad o religión es un oscuro camino que nunca debemos recorrer. La nueva orden no arregla los defectos de la primera", dijo en un comunicado el fiscal general de Hawai, Douglas Chin.
El nuevo veto migratorio suspende durante 120 días el programa de acogida a refugiados y durante 90 la entrada de ciudadanos procedentes de Irán, Somalia, Sudán, Siria, Yemen y Libia, al considerarlos que presentan riesgo por terrorismo.
A diferencia de la primera, la medida deja fuera a los ciudadanos de Irak y a los que ya gozan de residencia permanente en EEUU.
Elimina además la prohibición permanente a los refugiados de Siria y la excepción al veto que se había hecho con los sirios cristianos.
La orden ejecutiva firmada por el presidente también reduce de 110,000 a 50,000 el número de refugiados que Estados Unidos recibirá este 2017.
Fuente:Telemundo
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