Nueva Jersey.- Un mexicano que llegó a Estados Unidos sin documentos migratorios hace más de 25 años recibió el viernes una extensión de 60 días de permanencia, después de que el arzobispo de Newark, miembros del clero y un senador marcharan en apoyo del migrante que enfrentaba la posibilidad de ser deportado.
El cardenal Joseph Tobin, arzobispo de Newark y líder de la mayor arquidiócesis del estado y el senador demócrata Bob Menéndez fueron algunos de los que marcharon en apoyo a Catalino Guerrero, de 59 años.
Guerrero "da un rostro" a lo que muchas veces es tratado como "estadísticas o demonios", dijo Tobin.
Menéndez espera que el caso de Guerrero y otros similares apresuren una reforma migratoria.
"Espero que el presidente Trump esté viendo porque Catalino Guerrero no es un 'bad hombre''', agregó el legislador, en referencia a las personas que según el mandatario deben ser deportados. "Él es un hombre bueno y decente".
Los organizadores dicen que Guerrero llegó a Estados Unidos sin documentos migratorios en 1991 y ha trabajado desde entonces, es dueño de su casa y no tiene antecedentes delictivos. El abuelo de cuatro nietos solicitó permiso de trabajo hace varios años, pero llenó mal el formulario, dicen.
Las autoridades de inmigración citaron a Guerrero el mes pasado y le dijeron que se preparara para entregar su pasaporte el 10 de marzo. El viernes solicitó permiso para quedarse un año, pero le fue negado.
Un portavoz del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) dijo en un mensaje electrónico el jueves que Guerrero, "un ciudadano mexicano presente ilegalmente, recibió en 2009 la orden de un juez de inmigración para salir de Estados Unidos". Guerrero sigue en libertad y debe reportarse periódicamente ante el ICE como condición de su libertad".
Tobin ha criticado la política migratoria del presidente Donald Trump. El mes pasado dijo que la orden ejecutiva para prohibir temporalmente el ingreso al país de inmigrantes de siete países musulmanes era "descabellada" y "manipulaba los miedos irracionales de la gente".
El arzobispo dijo que los legisladores deben concentrarse en reformar las leyes de inmigración en lugar de hacer deportaciones a gran escala.
La Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos ha emitido varias críticas a las restricciones de Trump contra refugiados y migrantes. A través de grupos católicos de ayuda y otros programas, los obispos estadounidenses proveen apoyo para migrantes en todo el país.
Otros grupos de fe se están movilizando a sus congregaciones para combatir las políticas de Trump, incluso una red de protestantes y ortodoxos que trabajan con el grupo de ayuda Church World Service.
Fuente:AP
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