Santo Domingo, RD.- El Diccionario de la Real Academia Española dice , respecto a "Cabañuela". Calculo que, observando variaciones atmosféricas en los doce, diez y ocho, o veinticuatro primeros días de enero o agosto, forma el vulgo para pronosticar el tiempo que ha de hacer durante cada uno de los meses del mismo año o del siguiente.
Aquí, en nuestro país, va desapareciendo ese rasgo folklórico que tomaba nombre para diferenciar los dos "tipos" que de la costumbre ritualizaba : Cabañuelas Grandes y Cabañuelas Chiquitas. (En el léxico criollo no existió el adjetivo "chiquito" como sinónimo de pequeño . En cambio : su diminutivo si).
"Eran", las Cabañuelas grandes las que tomaban por Días para el pronostico a los primeros doce Días del mes de Enero. El día primero - sus cambios" climatológicos - correspondía a "como seria Enero meteorológicamente hablando. El día dos pronosticaba como seria, de seco , nublado, lluvioso, ventoso, etc., Febrero. Y si sucesivamente, cada día de los primeros doce del mes de Enero: "representaban", en orden, a cada mes del año : meteorológicamente .
Quizás porque no satisficieran los resultados de las Cabañuelas grandes, entonces, se acudía a las Cabañuelas Chiquitas como quien se hace "autotrampas" en un solitario de barajas o naipes.
Las Cabañuelas Chiquitas pronosticaban "a la inversa". Es decir, el día trece de Enero correspondía al mes de diciembre, el catorce a Noviembre. El día 15 de Enero pronosticaba," meteorológicamente", a Octubre. Y así sucesivamente, de modo que el 24 de Enero venia pronosticando ! a Enero!
No se observo aquí el "tipo" de Cabañuelas de que habla el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española . Es decir , el relativo, básicamente , al mes de Agosto.
Nuestra gente "de antes", principalmente la rural, tenia fe cierta en las Cabañuelas . Y a medidas que devenían los meses iban interpretando su meteorología para futuros pronósticos . "Truenos en Mayo, mortandad de ganado ". Y a lo cotidiano había refranes basados en lo empírico, por ejemplo: Cielo aborregao". Significando que el cielo cubierto de "borreguitos", u ovejitas, presagiaban lluvia cerca, niño o viejo".
Creiase ,"antes" , asimismo, con fe ciega en "el Almanaque de Bristol". Como este pronosticaba, con exactitud, la ocurrencia de eclipses y el movimiento de los planetas, se pensaba que sus pronósticos tenían paridad en el renglón de lo " matemático" . Cuando " coincidían" esos pronósticos de "Bristol" ,el hombre rural murmuraba: "lo dijo el almanaque".
La costumbre de las Cabañuelas - retornando al tema inicial - se ha venido perdiendo hasta desaparecer ?totalmente? . Sobre todo en los últimos años en que la gente no cree ya " ni en los huevos de la lechuza", mucho menos "en el uno y uno".
Hay los boletines meteorológicos cuyos textos interesa a la gente , como generalidad que excepciones habrá de tener , " cuando hay amenazas de ciclón".
Aquí, en nuestro país, va desapareciendo ese rasgo folklórico que tomaba nombre para diferenciar los dos "tipos" que de la costumbre ritualizaba : Cabañuelas Grandes y Cabañuelas Chiquitas. (En el léxico criollo no existió el adjetivo "chiquito" como sinónimo de pequeño . En cambio : su diminutivo si).
"Eran", las Cabañuelas grandes las que tomaban por Días para el pronostico a los primeros doce Días del mes de Enero. El día primero - sus cambios" climatológicos - correspondía a "como seria Enero meteorológicamente hablando. El día dos pronosticaba como seria, de seco , nublado, lluvioso, ventoso, etc., Febrero. Y si sucesivamente, cada día de los primeros doce del mes de Enero: "representaban", en orden, a cada mes del año : meteorológicamente .
Quizás porque no satisficieran los resultados de las Cabañuelas grandes, entonces, se acudía a las Cabañuelas Chiquitas como quien se hace "autotrampas" en un solitario de barajas o naipes.
Las Cabañuelas Chiquitas pronosticaban "a la inversa". Es decir, el día trece de Enero correspondía al mes de diciembre, el catorce a Noviembre. El día 15 de Enero pronosticaba," meteorológicamente", a Octubre. Y así sucesivamente, de modo que el 24 de Enero venia pronosticando ! a Enero!
No se observo aquí el "tipo" de Cabañuelas de que habla el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española . Es decir , el relativo, básicamente , al mes de Agosto.
Nuestra gente "de antes", principalmente la rural, tenia fe cierta en las Cabañuelas . Y a medidas que devenían los meses iban interpretando su meteorología para futuros pronósticos . "Truenos en Mayo, mortandad de ganado ". Y a lo cotidiano había refranes basados en lo empírico, por ejemplo: Cielo aborregao". Significando que el cielo cubierto de "borreguitos", u ovejitas, presagiaban lluvia cerca, niño o viejo".
Creiase ,"antes" , asimismo, con fe ciega en "el Almanaque de Bristol". Como este pronosticaba, con exactitud, la ocurrencia de eclipses y el movimiento de los planetas, se pensaba que sus pronósticos tenían paridad en el renglón de lo " matemático" . Cuando " coincidían" esos pronósticos de "Bristol" ,el hombre rural murmuraba: "lo dijo el almanaque".
La costumbre de las Cabañuelas - retornando al tema inicial - se ha venido perdiendo hasta desaparecer ?totalmente? . Sobre todo en los últimos años en que la gente no cree ya " ni en los huevos de la lechuza", mucho menos "en el uno y uno".
Hay los boletines meteorológicos cuyos textos interesa a la gente , como generalidad que excepciones habrá de tener , " cuando hay amenazas de ciclón".
Preparado por: Roman Franco
Fondeur
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