Washington.- El Departamento de Justicia demandó el lunes a Volkswagen por un software que altera las emisiones y se encuentra en casi 600.000 vehículos vendidos en Estados Unidos, situación que podría exponer a la compañía a multas de miles de millones de dólares debido a violaciones a las normativas de aire limpio.
En la demanda civil presentada a nombre de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) contra la fábrica alemana de vehículos en la corte federal de Detroit se afirma que la compañía instaló ilegalmente un software diseñado para conseguir que sus motores de "diésel limpio" aprobaran las normas federales de emisiones cuando se les sometiera a pruebas de laboratorio.
Los vehículos desactivaban las medidas anticontaminantes para elevar su desempeño en condiciones reales de manejo y emiten gases dañinos que rebasan 40 veces el nivel permitido en las normas ambientales federales.
"Los fabricantes de autos que no certifiquen adecuadamente sus vehículos y engañen los sistemas de control de emisiones violan la confianza del público, ponen en peligro la salud pública y dejan en desventaja a los competidores", dijo John C. Cruden, procurador adjunto en la división de Medioambiente y Recursos Naturales del Departamento de Justicia.
"Estados Unidos adoptará todas las medidas apropiadas contra Volkswagen para reparar las infracciones a las leyes de aire limpio de nuestra nación que se mencionan en la denuncia", agregó.
La compañía sostiene negociaciones con las autoridades de Estados Unidos para solicitar una devolución obligatoria de gran escala de las unidades para hacerles las correcciones necesarias y podría enfrentar multas por más de 18.000 millones de dólares debido a violaciones a la Ley federal de Aire Limpio.
La compañía y sus ejecutivos también podrían enfrentar cargos penales por separado, mientras que está pendiente una oleada de demandas colectivas de dueños de vehículos VW disgustados con lo sucedido.
La portavoz del Grupo Volkswagen de América, Jeannine Ginivan, dijo el lunes que la compañía "continuará su cooperación con todas las agencias de gobierno que investigan el asunto".
En comunicados previos, los ejecutivos de alto rango de VW han intentado responsabilizar solamente a un pequeño número de desarrolladores de programas en Alemania del presunto código informático utilizado para engañar las pruebas de emisiones.
La empresa contrató a un despacho legal con sede en Estados Unidos para que efectúe una investigación interna sobre la irregularidad. Aún no se han difundido los resultados preliminares de la investigación.
Volkswagen admitió por primera vez en septiembre que ese software con truco fue incluido en sus coches y camionetas deportivas diésel que vendió desde los modelos 2009, así como en los modelos diésel más recientes vendidos por las marcas Audi y Porsche que pertenecen a la compañía.
A nivel mundial, la compañía dijo que el programa informático para engañar las pruebas de emisiones fue incluido en más de 11 millones de vehículos.
En la demanda federal se afirma que Volkswagen instaló intencionalmente en los vehículos vendidos en Estados Unidos el "dispositivo de manipulación", un mecanismo diseñado específicamente para engañar las pruebas de emisiones.
La ley obliga a los fabricantes de vehículos a informar a las autoridades pertinentes sobre esos dispositivos.
Como Volkswagen mantuvo en secreto el software sospechoso, en la demanda se afirma que los vehículos de la compañía fueron vendidos sin el "certificado de conformidad" válido que emite la EPA y que regula los vehículos nuevos importados o fabricados en el país.
Además de producir mayor contaminación que la permitida, los expertos aseguran que tuvo su costo humano el exceso de óxido de nitrógeno y las emisiones de partículas de más de medio millón de vehículos VW.
En la demanda civil presentada a nombre de la Agencia de Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) contra la fábrica alemana de vehículos en la corte federal de Detroit se afirma que la compañía instaló ilegalmente un software diseñado para conseguir que sus motores de "diésel limpio" aprobaran las normas federales de emisiones cuando se les sometiera a pruebas de laboratorio.
Los vehículos desactivaban las medidas anticontaminantes para elevar su desempeño en condiciones reales de manejo y emiten gases dañinos que rebasan 40 veces el nivel permitido en las normas ambientales federales.
"Los fabricantes de autos que no certifiquen adecuadamente sus vehículos y engañen los sistemas de control de emisiones violan la confianza del público, ponen en peligro la salud pública y dejan en desventaja a los competidores", dijo John C. Cruden, procurador adjunto en la división de Medioambiente y Recursos Naturales del Departamento de Justicia.
"Estados Unidos adoptará todas las medidas apropiadas contra Volkswagen para reparar las infracciones a las leyes de aire limpio de nuestra nación que se mencionan en la denuncia", agregó.
La compañía sostiene negociaciones con las autoridades de Estados Unidos para solicitar una devolución obligatoria de gran escala de las unidades para hacerles las correcciones necesarias y podría enfrentar multas por más de 18.000 millones de dólares debido a violaciones a la Ley federal de Aire Limpio.
La compañía y sus ejecutivos también podrían enfrentar cargos penales por separado, mientras que está pendiente una oleada de demandas colectivas de dueños de vehículos VW disgustados con lo sucedido.
La portavoz del Grupo Volkswagen de América, Jeannine Ginivan, dijo el lunes que la compañía "continuará su cooperación con todas las agencias de gobierno que investigan el asunto".
En comunicados previos, los ejecutivos de alto rango de VW han intentado responsabilizar solamente a un pequeño número de desarrolladores de programas en Alemania del presunto código informático utilizado para engañar las pruebas de emisiones.
La empresa contrató a un despacho legal con sede en Estados Unidos para que efectúe una investigación interna sobre la irregularidad. Aún no se han difundido los resultados preliminares de la investigación.
Volkswagen admitió por primera vez en septiembre que ese software con truco fue incluido en sus coches y camionetas deportivas diésel que vendió desde los modelos 2009, así como en los modelos diésel más recientes vendidos por las marcas Audi y Porsche que pertenecen a la compañía.
A nivel mundial, la compañía dijo que el programa informático para engañar las pruebas de emisiones fue incluido en más de 11 millones de vehículos.
En la demanda federal se afirma que Volkswagen instaló intencionalmente en los vehículos vendidos en Estados Unidos el "dispositivo de manipulación", un mecanismo diseñado específicamente para engañar las pruebas de emisiones.
La ley obliga a los fabricantes de vehículos a informar a las autoridades pertinentes sobre esos dispositivos.
Como Volkswagen mantuvo en secreto el software sospechoso, en la demanda se afirma que los vehículos de la compañía fueron vendidos sin el "certificado de conformidad" válido que emite la EPA y que regula los vehículos nuevos importados o fabricados en el país.
Además de producir mayor contaminación que la permitida, los expertos aseguran que tuvo su costo humano el exceso de óxido de nitrógeno y las emisiones de partículas de más de medio millón de vehículos VW.
Fuente:AP
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