Washington.- Lo que los demócratas alguna vez esperaban que fuera una acción bipartidista, apenas la tercera ocasión en la historia de Estados Unidos que la Cámara de Representantes votará para llevar a juicio político a un presidente, la votación del miércoles ahora se perfila a ser una labor exclusivamente partidista.
Hasta ahora ningún republicano se ha distanciado del mandatario y se prevé que prácticamente todos los demócratas aprueben los cargos en su contra.
Una ruidosa asamblea ciudadana el lunes en los suburbios de Detroit puso de relieve el desgarrador debate nacional sobre el poco convencional presidente y la posibilidad de destituirlo. La novel representante demócrata Elissa Slotkin fue abucheada y celebrada al anunciar su apoyo al proceso de juicio político.
“Sin duda existe mucha controversia al respecto”, dijo Slotkin a los 400 asistentes. “Pero debe haber un momento en el que se siga la ley”.
Trump enfrenta dos cargos de juicio político presentados por los demócratas.
Aseguran que el mandatario abusó de su autoridad al presionar a Ucrania para investigar a su rival político Joe Biden y obstruyó al Congreso al intentar de manera agresiva bloquear la investigación de la Cámara de Representantes y sus labores de supervisión como parte del sistema de controles y contrapesos del país.
El presidente “traicionó a la nación al abusar de su cargo para reclutar a una potencia extranjera para corromper elecciones democráticas”, asegura el reporte de 650 páginas de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes.
El presidente retuvo asistencia militar para un aliado como forma de presión, señala el reporte, y “con ese comportamiento, Trump ha demostrado que seguirá siendo una amenaza para la seguridad nacional y la Constitución si se le permite continuar en el cargo”.
El reporte alega que el presidente posteriormente se involucró en un intento sin precedentes de bloquear la investigación y “encubrir” sus irregularidades. “En la historia de la república, ningún presidente había ordenado jamás desafiar por completo una investigación de juicio político”, señaló el documento.
A través de Twitter y después de ordenar a la Casa Blanca que no participara en la investigación de la Cámara Baja, Trump ha insistido en que no hizo nada malo. El mandatario promueve la teoría de su abogado Rudy Giuliani de que, de hecho, fueron Biden y Ucrania los que interfirieron, un concepto que la mayoría de los demás republicanos evitan.
Apegándose al lenguaje que ha utilizado durante meses, Trump tuiteó el lunes: “La farsa de juicio político es el mayor engaño en la historia de la política estadounidense”.
Se prevé que apenas un puñado de demócratas se opongan al juicio político, en una votación en la que la presidenta de la Cámara Baja Nancy Pelosi esperaba evitar que los demócratas enfrentaran sin ayuda.
Un demócrata novato, el representante Jeff Van Drew por Nueva Jersey, perdió a cinco elementos clave de su personal el lunes después de que dijo que votaría en contra del juicio político e indicó que cambiaría de partido para convertirse en republicano.
Otro demócrata, el centrista Collin Peterson, aún no decide su voto, según su portavoz.
Conforme la Cámara de Representantes detallaba las acusaciones en contra del 45to presidente, la atención se redirigía hacia el Senado, donde el demócrata de mayor rango, Chuck Schumer, hizo un nuevo llamado por evidencia y testimonios de funcionarios clave de la Casa Blanca durante el juicio político en la cámara alta.
“¿Qué está escondiendo el presidente Trump?”, preguntó Schumer el lunes.
El líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, espera evitar un prolongado espectáculo en su recinto, aunque Trump, quien solía ser anfitrión de un reality show, ha indicado que esa es su preferencia para tratar de obtener reivindicación.
Se prevé que los republicanos, que gozan de mayoría, absuelvan a Trump de los cargos durante el juicio que comenzaría en enero.
En una carta dirigida a McConnell, Schumer propuso escuchar el testimonio del exasesor de seguridad nacional John Bolton, del jefe interino de despacho de la Casa Blanca Mick Mulvaney, y de otros dos funcionarios como parte de una detallada oferta inicial en las negociaciones con los republicanos.
Los demócratas quieren escuchar a Bolton, quien alguna vez describió el canal alterno de política exterior que coordinaba Giuliani como “una operación subrepticia” con la que no quería tener nada que ver. Bolton dejó su cargo en septiembre. Los demócratas también desean el testimonio de Mulvaney, quien ha reconocido que se retuvo la ayuda militar a Ucrania, así como de otros dos funcionarios de la residencia presidencial que ignoraron las citaciones de la Cámara de Representantes.
McConnell ha sido criticado por decir que recibe sus “indicaciones” de la Casa Blanca mientras intenta asegurarse de que no se obtengan los 67 votos necesarios en el Senado para destituir al presidente. Los demócratas se quejan de que él y otros republicanos no operan como jurados imparciales.
El líder republicano planea reunirse pronto con Schumer para discutir los detalles del juicio del próximo mes, informó la oficina de McConnell.
El reporte de la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Cámara de Representantes difundido el lunes, un documento histórico como los realizados durante los procesos de juicio político a Richard Nixon y Bill Clinton, establece formalmente los lineamientos para la votación.
Describe los hallazgos del panel e incluye los de la prolongada investigación de la Comisión de Inteligencia que se desencadenó por una denuncia de informante anónimo sobre la conversación telefónica de julio pasado entre Trump y el mandatario ucraniano Volodymyr Zelenskiy. También incluye las refutaciones republicanas.
La Comisión de Reglas de la Cámara Baja se reunirá el martes en lo que se prevé sea una maratónica sesión para establecer los parámetros del debate del miércoles.
Fuente:AP
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