Nikolas Cruz tuvo tres encuentros con la policía en poco más de tres semanas cuando vivió por un breve periodo de tiempo en Palm Beach tras la muerte de su madre adoptiva en noviembre, según las llamadas al 9-1-1 dadas a conocer este jueves
En una llamada, se puede escuchar a Cruz, acusado de la masacre en la escuela de Parkland, cuando le habla al operador sobre la muerte de su madre.
“Perdí a mi madre hace un par de días y ahora estoy lidiando con algunas cosas”, dijo Cruz.
El joven de 19 años había llamado al servicio de emergencia para contar su versión de una pelea que tuvo con el hijo de una mujer que lo albergó tras la muerte de su madre, Lynda Cruz, el 1 de noviembre.
“Me enojé y comencé a golpear paredes”, le dijo Cruz al operador.
Los operadores del 9-1-1 del sheriff del condado de Palm Beach ya habían oído sobre lo que sucedió dentro de la residencia, un remolque en la cuadra 6400 de Easter Cay Way en Lantana.
La dueño de la casa, Rocxanne Deschamps, había llamado para informar que su hijo intervino para tratar de evitar que Cruz dañase la casa cuando se lanzaron golpes.
En la llamada al 9-1-1, Deschamps describe su temor de que Cruz regrese con un arma.
"Eso es todo lo que quiere, su arma, y eso es todo lo que le importa, su arma. Compró toneladas de balas y se las quité", explicó Deschamps.
El informe policial dice que Deschamps no quería que arrestaran a Cruz y que los dos se abrazaron para "reconciliar sus diferencias".
Pero no fue la primera vez que llamaron a la policía. Deschamps había llamado unos días antes para alertarlos de que temía que Cruz hubiera enterrado una pistola en el patio trasero.
"Le dije que las reglas son que no hay armas en mi propiedad, no hay armas, no quiero nada de eso", dijo Deschamps a la policía. "Estoy segura de que escondió una…”
Fuente:Telemundo
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