Las Vegas.- Las marchas de mujeres celebradas este fin de semana en varias ciudades de Estados Unidos, en coincidencia con el primer aniversario del Gobierno de Donald Trump, han supuesto un refuerzo para este movimiento social con miras a las elecciones legislativas de 2018.
La movilización política, ya sea a través del registro de votantes o de la inscripción como aspirantes a cargos de elección, ha sido la invocación de los actos de hoy, en especial en la concentración del Estadio Sam Boyd, en Las Vegas (Nevada), que congregó a miles de personas.
Con la jornada de este domingo, bajo el nombre “PowerToThePolls” (“ElPoderalasUrnas”), el movimiento “Marcha de las Mujeres” pretende enfocar la indignación hacia objetivos concretos, las legislativas de noviembre próximo, en las que los republicanos se juegan su mayoría en el Congreso.
De ahí la elección de Nevada, un estado “bisagra”, es decir que no está definido a favor de ninguno de los dos partidos principales, para el acto central de hoy.
“Cuando nuestro país estaba en caída libre, la ‘Marcha de las Mujeres’ nos sacó de nuestra desesperación y de nuestros hogares a las calles y, desde ese día, las mujeres han estado sacudiendo la base de América”, señaló sobre el estrado de este estadio Cecile Richards, presidenta de la organización de planificación familiar Planned Parenthood.
Los legisladores demócratas por Nevada no asistieron al acto, por encontrarse en medio de las negociaciones en Washington para resolver el cierre parcial de la Administración federal, pero algunos, como la senadora Catherine Cortez-Masto o la congresista Dina Titus, enviaron sus mensajes de apoyo a través de vídeos que fueron proyectados en el estrado.
La emoción se vivió en las tribunas, en donde muchas asistentes no dudaban de calificar la concentración de hoy, así como las marchas del sábado, de históricas.
“Desde pequeñas podemos enseñarles la importancia de nuestros derechos, y la importancia de hablar y de hacernos oír”, señaló a Efe Glenda Sánchez, en alusión a sus dos hijas, de 7 y 19 años, con las cuales asistió al acto en Las Vegas para que puedan ver por sí mismas lo que “la unión de las mujeres puede lograr”.
Miriam Núñez, una beneficiara de la Acción Diferida, el programa migratorio que salvó de la deportación a unos 800.000 jóvenes indocumentados y que Trump eliminó en septiembre, asistió con la esperanza de que el movimiento permita el surgimiento de “más candidatos progresistas y propuestas incluyentes”, según dijo a Efe.
La concentración de Las Vegas, que contó con la participación también de Alicia Garza, cofundadora del Movimiento Black Lives Matter, se replicó en otras ciudades estadounidenses, entre ellas Miami, donde más de mil personas asistieron a un encuentro desarrollado en el barrio de Wynwood.
En esta ciudad del sur de Florida, los asistentes promovieron el registro de votantes y criticaron, entre otras “victorias” de la actual Administración en la Casa Blanca, la eliminación de numerosas normas de protección medioambiental.
Las concentraciones se registraron también en ciudades como Phoenix (Arizona), Topeka (Kansas) o Knoxville (Tennessee), en donde unas 14.000 personas se reunieron en el centro de la urbe y, a pesar de la presencia de un grupúsculo de neonazis, no se registraron incidentes, según la Policía local.
Las camisetas y gorras rosadas fueron identificables en las concentraciones del domingo y del sábado, día en que al menos 600.000 personas se dieron cita en Los Ángeles, de acuerdo con las autoridades locales, mientras que en Nueva York lo hacían unas 200.000.
El sábado, en Palm Beach, en el sur de Florida, decenas de personas salieron también a las calles para expresar su apoyo o repudio al presidente Trump, quien tenía previsto viajar a su residencia de invierno en esta localidad, plan que luego canceló debido al cierre parcial de su Administración.
Si el sábado fue el día la mayoría de marchas en las principales ciudades estadounidenses, el domingo fue el turno de otras tantas capitales europeas, entre ellas Londres, Berlín o París, así como Sydney (Australia), en las que la defensa del derecho de las mujeres fue el común denominador.
Las marchas de este fin de semana siguen así el impulso de las concentraciones del 21 de enero de 2017, un día después de la investidura de Trump como cuadragésimo quinto presidente de EE.UU.
Ese día, más de medio millón de personas, entre ellas muchas mujeres que lucieron simbólicas prendas y lazos de color rosa, tomaron Washington para enviar un contundente mensaje de resistencia al magnate en su primer día como inquilino de la Casa Blanca.
Fuente:EFE
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