El presidente Donald Trump adelantó que la inmigración y el comercio serán temas destacados del discurso sobre el Estado de la Nación que dará este martes ante el Congreso, en el que se espera que presuma de la salud económica de Estados Unidos y desvele su plan sobre infraestructura.
El primer discurso de Trump sobre el Estado de la Nación, una tradición en la que el presidente evalúa cada año ante el Congreso la situación del país y expone sus prioridades de gobierno, será desde las 9 pm hora del Este, y podrá ser visto en vivo aquí.
Se espera que Trump se ajuste al guion cuidadosamente preparado por su equipo y no ofrezca grandes sorpresas en las formas, tal y como ocurrió con su discurso ante una sesión conjunta del Congreso en febrero de 2017, que, técnicamente, no se consideró una alocución sobre el Estado de la Unión porque apenas llevaba un mes en el poder.
Sin ser un gran orador, Donald Trump ha demostrado que es capaz de pronunciar discursos fuertes, emotivos, que dan una buena idea de su visión y hacen que la gente diga que, por fin, parece un presidente en serio. Acto seguido, el teleprompter se apaga.
Una y otra vez, Trump pronunció discursos bien recibidos, que siguió al pie de la letra, para luego hacer comentarios por su cuenta extremadamente polémicos que diluyen la aceptación inicial.
Su primer informe anual sobre el Estado de la Nación será un nuevo examen, y tal vez el más difícil, sobre no solo si es capaz de pronunciar un buen discurso sino también sobre si puede seguir la línea fijada por la Casa Blanca.
“No es muy disciplinado en cuanto al mensaje”, expresó Ari Fleischer, quien fuera secretario de prensa del presidente George W. Bush hijo. “Prácticamente cada vez que gana terreno, se descarrila con un tuit en lugar de seguir generando buena voluntad”.
"Hemos trabajado muy duro en él. Es un gran discurso, un discurso importante", dijo el lunes Trump a los periodistas.
El primer tema que Trump destacó sobre su discurso es la inmigración, que desde hace semanas es objeto de agitadas negociaciones entre la Casa Blanca y el Congreso.
Trump propuso la semana pasada al Congreso una reforma que permitiría acceder a la ciudadanía a 1.8 millones de indocumentados que llegaron a EEUU de niños, a cambio de $25,000 millones para construir el muro y reforzar la seguridad fronteriza.
La cifra de 1.8 millones de inmigrantes es superior a los 690,000 jóvenes, conocidos como dreamers, que están protegidos de la deportación por el programa DACA (Acción Diferida para los Llegados en la Infancia), cuya vigencia expira en marzo por orden de Trump.
Pero la propuesta del presidente ha recibido una respuesta fría entre los demócratas y no está claro que ambos lados puedan llegar a un acuerdo antes del 8 de febrero, cuando expira una ley presupuestaria que la oposición no parece dispuesta a renovar sin una solución para los jóvenes.
"Esperamos que los demócratas se nos unan, o que un par de ellos se nos unan, para que podamos realmente hacer algo grande en cuanto a DACA y a la inmigración en general", afirmó Trump, al subrayar que cualquier solución migratoria "tiene que ser bipartidista" o, de lo contrario, no podrá superar una votación en el Senado.
El mandatario también aseguró que su discurso tendrá un contenido "muy importante sobre comercio", y que en él abogará por un intercambio "más recíproco", con más beneficios para las exportaciones estadounidenses.
Es probable, en ese sentido, que Trump mencione la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con México y Canadá; así como su preocupación por el abultado déficit comercial estadounidense con China.
Se espera que el principal anuncio del discurso esté relacionado con el plan de Trump para las infraestructuras del país, aunque no está claro hasta qué punto dará detalles sobre una propuesta que, según el presidente, requerirá probablemente una inversión total de $1.7 mil millones durante diez años.
Lo que puede darse por sentado es que Trump presumirá de la buena salud de la economía estadounidense: un crecimiento acelerado al 3 % anual, récords históricos en la bolsa, una tasa de desempleo en el 4.1 % y la mayor reforma fiscal del país en varias décadas con notables recortes de impuestos para las empresas.
La esposa de Trump, Melania, que no le acompañó en su viaje de la semana pasada a Davos, Suiza, sí estará presente en el discurso, junto a todos los hijos del mandatario excepto el menor, Barron.
En el palco de la primera dama habrá 15 invitados de la Casa Blanca que ayudarán a ilustrar el discurso de Trump, entre ellos un agente migratorio y los padres de dos niñas asesinadas por la pandilla MS-13 (Mara Salvatrucha) en Nueva York.
Fuente:EFE/AP
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