Washington.- El fiscal general, Jeff Sessions, anunció hoy que el Gobierno destinará 12 millones de dólares a la lucha contra el tráfico de metanfetamina, heroína y analgésicos opiáceos, responsables de un número creciente de muertes.
El anuncio de Sessions, en una rueda de prensa en el Departamento de Justicia, se enmarca dentro de las recientes iniciativas del Gobierno de Donald Trump para luchar contra el abuso de opiáceos.
“Hoy vivimos la crisis de drogas más letal en la historia de los Estados Unidos”, aseguró Sessions, quien detalló que los 12 millones de dólares estarán destinados a ayudar a los departamentos de policía locales y estatales a luchar contra los grupos criminales que trafican con drogas.
Además, Sessions anunció la creación, por primera vez en 20 años, de una nueva división de la Agencia Antidrogas (DEA), que se ubicará en Louisville (Kentucky) y contará con 90 agentes especiales y 130 agentes adicionales que se dedicarán a tareas específicas de lucha contra las drogas.
Esa nueva división de la DEA se ocupará de zonas rurales de Virginia Occidental, Kentucky y Tennessee, donde se han registrado altos índices de abuso de opiáceos y donde Trump cosechó una gran cantidad de votos durante las elecciones presidenciales de 2016.
Según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), 64.000 personas murieron el año pasado por sobredosis de opiáceos (incluida la heroína) en Estados Unidos, lo que supone el fallecimiento de 175 estadounidenses al día y siete víctimas mortales cada hora.
En los últimos seis años, las muertes por sobredosis se han convertido en la causa más común de muerte violenta en EEUU, por encima de los accidentes de tráfico o las armas.
En octubre, Trump declaró “emergencia de salud pública” el abuso de analgésicos, lo que permite destinar fondos ya existentes a nivel estatal y federal a la lucha contra la adicción.
Sin embargo, el presidente no destinó nuevos fondos a este problema, como había prometido anteriormente, lo que provocó críticas de la oposición demócrata que consideró su acción como un “gesto vacío”.
Según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades, la venta de analgésicos con receta se ha casi cuadruplicado desde 1999 y ha provocado que una significativa cantidad de estadounidenses, adictos al OxyContin o Vicodin, se enganchen a la heroína, mucho más barata en el mercado negro.
Fuente:EFE
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