La última audiencia en un tribunal de Naciones Unidas sobre crímenes de guerra sufrió el miércoles una dramática interrupción cuando un exlíder militar bosnio croata afirmó haber tomado veneno en la sala.
Slobodan Praljak exclamó “¡No soy un criminal de guerra!” y pareció beber de un pequeño frasco, segundos después de que los jueces confirmaran su pena de 20 años de prisión.
Praljak fue condenado por participar en una campaña para expulsar a los musulmanes de un miniestado croata que se intentaba crear en Bosnia a principios de la década de 1990.
El juez que preside el tribunal, Carmel Agius, había revocado algunas de sus condenas, pero mantuvo otras y dejó su sentencia intacta.
Agius suspendió con rapidez la vista en el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia.
La televisión estatal croata reportó el miércoles que Praljak murió tras ingerir el líquido, pero la oficina de prensa del tribunal declinó hacer comentarios.
La vista del miércoles era el último caso del tribunal antes de que cierre sus puertas el mes que viene. La corte, que la semana pasada condenó al exgeneral serbobosnio Ratko Mladic por genocidio y otros delitos, se formó en 1993 cuando aún continuaban los combates en la antigua Yugoslavia. Ha presentado cargos contra 161 sospechosos y condenado a 90 de ellos.
Los jueces de apelación respaldaron la conclusión clave de que el fallecido presidente de Croacia Franjo Tudjman formaba parte de un plan para crear un miniestado croata en Bosnia.
El juicio original comenzó en abril de 2006 y ofreció un recordatorio de la compleja red de tensiones étnicas que ayudó a alimentar los combates en Bosnia, y que sigue creando fricciones en el país a día de hoy.
Otros dos sospechosos habían visto revalidadas sus sentencias antes de que se suspendiera la sesión, incluido el ex primer ministro de una región croata en Bosnia, Jadranko Prlic, condenado a 25 años.
Fuente:AP
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