Las autoridades de Long Island, en el estado de Nueva York, identificaron los cuerpos de dos adolescentes que llevaban desaparecidos más de un año y cuyas muertes creen están relacionadas con la violencia de las pandillas, informaron hoy medios locales.
Los restos de Kerin Pineda, de 19 años, fueron hallados en la frontera entre las localidades de Merrick y Freeport, y el de Javier Castillo, de 15, en la reserva Cow Meadow Park, cerca de Freeport, según información del FBI recogida por el canal ABC 7.
La policía estatal, la del condado de Nassau y el FBI buscaban, siguiendo una pista, a varias víctimas de pandillas en parques y zonas boscosas, lugares donde hallaron los cuerpos de los dos jóvenes en un margen de tres días, entre el 24 y el 27 del pasado octubre.
La madre de Pineda, Lillian Oliva, relató al diario Newsweek que la policía del condado le había informado el pasado viernes de que una prueba de ADN confirmaba que los restos hallados eran de su hijo, que llevaba desaparecido desde mayo de 2016.
El cuerpo de Castillo, buscado desde octubre del año pasado, estaba a unos 6 kilómetros del lugar donde las autoridades habían hallado una semana antes los restos de otro adolescente, Angel Soler, de 16 años y de la localidad de Roosevelt, desaparecido en julio.
“El espantoso descubrimiento de restos humanos aquí en el condado de Nassau es un recordatorio profundamente alarmante de que debemos hacer todo lo posible para asegurar que el condado permanece seguro y nuestros niños están seguros”, dijo la fiscal del distrito del lugar, Madeline Singas, en rueda de prensa.
La policía del condado y otras agencias han estado haciendo batidas también en la reserva Massapequa, un parque donde en marzo fue hallado el cuerpo de Julio Cesar Gonzáles Espantzay, de 19 años.
Gonzáles Espantzay fue apuñalado y tiroteado y las autoridades responsabilizan de su muerte a dos hombres que supuestamente pertenecen a la MS-13 (Mara Salvatrucha). De la misma manera, los investigadores creen que Soler fue asesinado por esa misma pandilla.
Como parte de la investigación, los agentes buscan pruebas, como botellas de cerveza o envoltorios de comida, que indiquen que pandillas como la MS-13 se reúnen en parques, reservas y otros espacios públicos de Long Island, zona especialmente afectada por sus actos violentos.
Las autoridades han redoblado sus esfuerzos en Long Island para desmantelar las pandillas y detuvieron a finales de octubre a 58 personas asociadas o pertenecientes a bandas criminales, seis de ellas miembros de la MS-13, considerada “la más brutal” por el fiscal general Jeff Sessions.
La violencia de las maras llevó a que Sessions visitara Long Island el pasado abril, donde anunció una política de “cero tolerancia” del Departamento de Justicia hacia las pandillas.
Días antes, acudió también el gobernador del estado, Andrew Cuomo, que les declaró la guerra asignando personal para unirse a la policía local y el FBI, que luchan contra la peligrosa pandilla, así como equipo electrónico y vehículos.
Fuente:EFE
No hay comentarios.:
Publicar un comentario