Washington.- Un panel de tres jueces evalúa si el conservador estado de Texas trazó su mapa electoral con la intención de discriminar a los votantes hispanos, un caso que podría afectar las elecciones legislativas de 2018.
Los jueces dieron hoy comienzo al juicio, que previsiblemente durará una semana y que podría obligar a cambiar los distritos electorales usados para elegir a los legisladores del Congreso estatal y de la Cámara de Representantes federal.
En cuestión está si Texas buscó impedir el voto de millones de hispanos (más favorables a los demócratas) mediante el uso del llamado “gerrymandering”, como se conoce la práctica de manipular distritos electorales para favorecer el triunfo de un legislador de un partido determinado.
El caso se centra en los límites electorales que Texas ha usado de manera provisional desde 2013 para elegir a sus representantes en el Congreso de Estados Unidos y en el legislativo estatal.
Correos revelados durante el proceso judicial muestran que una serie de estrategas republicanos trataron de diseñar distritos electorales con una proporción “óptima” de republicanos e hispanos con el objetivo de favorecer el triunfo de los conservadores en circunscripciones aparentemente dominadas por los latinos.
En realidad, supuestamente, las autoridades locales trataron de diluir el voto hispano, colocando a los miembros de estas minorías en distritos donde se daba por segura la victoria del candidato republicano.
La mayoría de los diseños de mapas electorales favorecieron a los republicanos, aunque un demócrata de la Cámara de Representantes de Texas pidió a las autoridades que redibujaran su distrito para restar importancia a la población hispana porque tenía miedo de que un candidato latino le venciera en las primarias.
A pesar de que cambiaron ese distrito electoral, cercano a la ciudad de Fort Worth (en el centro de Texas), el demócrata blanco perdió frente a un contrincante hispano en 2014.
No está claro si los jueces emitirán un fallo después de las audiencias de esta semana.
Sin embargo, las autoridades de Texas encargadas de diseñar los mapas electorales han dicho que necesitan una respuesta para octubre con el objetivo de tener tiempo de preparar la infraestructura necesaria para las primarias de marzo, así como para inscribir a la población en los registros de votantes.
El Tribunal Supremo estableció en marzo que era ilegal redibujar los distritos electorales con el objetivo de impedir el voto de la minoría negra o hispana.
Sin embargo, el alto tribunal nunca ha determinado que sea inconstitucional manipular los distritos electorales con el fin de favorecer la victoria de un partido por encima de otro, una cuestión que abordará durante el próximo término judicial (a partir de octubre) en un importante caso sobre mapas electorales procedente del estado de Wisconsin.
Texas es el segundo estado con mayor población hispana y 4,2 millones de latinos tienen derecho a votar, según datos del censo de 2010.
Fuente:EFE
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