Nueva York.- La educadora y periodista Mirta Piña puso en circulación la novela “200 Años de Olvido”, inspirada en María Baltazara de Los Reyes Bustamante, en la que trata de presentar una historia nunca antes contada de esta mujer heroica.
Tirso Piña, esposo de Mirta dió la bienvenida al público, mientras que la presentación del libro estuvo a cargo del doctor Rafael Lantigua, quien destacó las cualidades de la señora Piña y la importancia de la obra puesta en circulación.
En su discurso, esta última manifestó que su novela está inspirada en una heroína de la cual se ha hablado muy poco, madre de uno de los próceres de la independencia y de Lucía “sobre quien no he podido encontrar rastros de su vida”.
“Puede una mujer cambiar el destino de un país? María Baltasara está convencida de ello y no dudará ni un instante en hacer lo que deba para proteger de sus vecinos su tierra y sus tradiciones”, agregó.
La Novela
"200 Años de Olvido” es una historia de amor y de lucha, en la que los sentimientos más nobles se encuentran a flor de piel en una tierra tropical que invita a mirar al cielo abierto y disfrutar de la libertad. Pero, sobre todo, es una alabanza, y conmemora a aquellas valientes mujeres que tomaron las armas en la actual República Dominicana arriesgando sus vidas por esa libertad de tierras, de aire y de pensamiento, y no solo poniendo en juego sus vidas, sino las de sus seres queridos.
Francisco Acosta, capitán de la Marina de Guerra, se enamora perdidamente de una misteriosa mujer y revuelve la isla con tal de encontrarla.
Rodrigo y Rosita llevan su relación de noviazgo con discreción, pero deciden dar un paso adelante… Los habitantes de La Española sufren, lloran, aman, viven…, pero tras años de ocupación haitiana sienten que están perdiendo todo aquello que desean trasmitir a las generaciones venideras.
La tensión llega a unos límites insostenibles y la situación requiere de medidas drásticas. A pesar de la desigualdad y la diferencia religiosa, cultural, política y social, el ser humano es sensible a un amor real como el de Nagy y Beto.
Fuente:almomento.net
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