Un cura y miembros de la mafia calabresa fueron detenidos hoy junto a más de 60 personas por enriquecerse con más de 30 millones de euros a través de manejos fraudulentos en la gestión del centro de inmigrantes y refugiados más grande de Europa, ubicado en Calabria, en el sur de Italia.
Los arrestos se produjeron en el marco de una operación conjunta de la policía, los carabineros y la guardia de fronteras dirigida a desmantelar el clan Arena de la 'Ndrangheta, la mafia calabresa, actualmente considerada la de mayor poder en Italia.
Los 68 detenidos fueron acusados de asociación mafiosa, extorsión, tenencia ilícita de armas, apropiación de bienes, malversación de fondos estatales, estafa agravada, fraude en instalaciones públicas y otros delitos de naturaleza fiscal, agravados por el modo mafioso.
El clan, según la investigación difundida por los medios, gestionaba el Centro de Recepción para Solicitantes de Asilo (CARA, por sus siglas en italiano) del municipio calabrés de Isola Capo Rizzuto, que con sus cinco hectáreas es considerado el más grande de toda Europa.
La Fiscalía sostiene que el clan se enriquecía con el centro de refugiados con la complicidad de los gestores oficiales, el presidente de la Cofraternidad de las Misericordias en Calabria, Leonardo Sacco, y el párroco del municipio, Edoardo Scordio, ambos también detenidos.
El fiscal jefe de la Dirección de Distrito antimafia, Nicola Gratteri, y el adjunto Vincenzo Luberto sostuvieron en una conferencia de prensa que la mafia se benefició durante años de la colaboración con responsables de la Cofraternidad, que gestiona el CARA, según informó la agencia de noticias EFE.
Los mafiosos creaban empresas para concurrir en las licitaciones públicas y adjudicarse así servicios ofrecidos en el centro de refugiados, en concreto los de restauración y lavandería, unas contrataciones públicas que además eran subvencionadas con fondos europeos.
De este modo, de los 103 millones de euros de fondos europeos que el Estado italiano destinó entre 2006 y 2015 al mencionado centro de refugiados, 36 millones acabaron en los bolsillos del clan Arena de la Ndrangheta, informó el diario local La Repubblica.
El procurador Gratteri destacó que sobre todo el clan lucraba del reparto de comida.
"Si, por ejemplo, la empresa debía repartir 500 menús, sólo daban 300, y el resto no comía", destacó el fiscal, para después señalar que con los beneficios la mafia adquiría teatros, cines, barcos, apartamentos o yates de lujo.
Gratteri explicó que la trama y la supuesta colaboración entre la mafia y los gestores del centro de refugiados se remonta "al menos hasta el 2009" y que su investigación confirma que "donde hay poder y dinero está la 'Ndrangheta que explota las necesidades de los desesperados".
"El cura, el gobernador del centro y el clan Arena se han aprovechado de estas pobres personas", concluyó.
De los beneficios obtenidos, una parte importante era destinada al cura que solo durante 2007 recibió 132.000 euros por los servicios de asistencia espiritual a los refugiados.
Fuente:Tèlam
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