París.- Los partidos políticos tradicionales, perdedores en la primera vuelta de las elecciones francesas, cerraron filas el lunes y exhortaron a los votantes a apoyar al centrista Emmanuel Macron y rechazar a la ultraderechista Marine Le Pen en el segundo balotaje.
Por primera vez en la historia moderna de Francia, los votantes dejaron fuera de la lucha por la presidencia a los partidos tradicionales, que el domingo no obtuvieron los votos suficientes para pasar de la primera vuelta. El lunes, los electores empezaban a recibir llamados desde el extremo del espectro político para el balotaje del próximo 7 de mayo.
La segunda ronda de los comicios enfrentará a Le Pen con Macron. Nada más conocerse los resultados de la primera votación, los políticos de la izquierda y la derecha moderada pidieron a sus votantes que impidan la llegada de Le Pen al Palacio del Elíseo.
El presidente François Hollande exhortó el lunes a los franceses a votar por Macron, afirmando que una victoria de Le Pen sería devastadora para la economía y socavaría las libertades democráticas.
La ultraderecha "dividiría a Francia gravemente" en momentos en que la amenaza terrorista requiere "solidaridad" y "cohesión".
El derrotado candidato de la extrema izquierda, Jean-Luc Melenchon, se negó rotundamente a pedir el voto para Macron y el Frente Nacional de Le Pen espera hacer lo impensable y atraer a unos votantes que históricamente se opusieron a una formación con tintes racistas y antisemitas.
"Los votantes que votaron por el Sr. Melenchon son votantes enojados. Pueden estar de acuerdo con nosotros", dijo Steeve Brios, vicepresidente del partido de ultraderecha, agregando que optaron por una opción "fuera del sistema".
Elegir a un candidato de la clase política tradicional ya no es una opción para los electores franceses, que rechazaron a las dos principales formaciones que se han estado alternando en el poder durante décadas en favor de Le Pen y el novato Macron, que nunca ha ocupado un cargo electo y que formó su propio movimiento político el año pasado. La participación fue del 78%.
Benoit Hamon, el candidato del Partido Socialista — que tiene mayoría parlamentaria y ocupa la presidencia con François Hollande, el dirigente más impopular de la historia reciente del país — obtuvo solo el 6% de los votos. El aspirante conservador, François Fillon, salió mejor parado y terminó tercero con algo menos del 20% de los votos.
"Estamos en una fase de descomposición, demolición y deconstrucción", dijo el exprimer ministro socialista Manuel Valls. "No hicimos el trabajo — intelectual, ideológico y político — sobre qué es la izquierda y pagamos el precio".
Tanto el centroderecha como el centroizquierda respaldaron a Macron, cuya visión optimista de una Francia tolerante y una Europa unida con fronteras abiertas contrasta con la visión más sombría de Le Pen, que pide el cierre de las fronteras, más seguridad y menos inmigración y abandonar la moneda comunitaria, el euro, para regresar al franco francés.
Los mercados europeos subían en sus cotizaciones matinales ante la buena acogida de los resultados electorales entre los inversionistas, con Macron situándose como el favorito para la segunda vuelta. La canciller alemana, Angela Merkel, deseó a Macron "todo lo mejor para las dos próximas semanas".
El jefe de gabinete de la canciller, Peter Altmaier, tuiteó que "el restado para Emmanuel Macron muestra: ¡Francia Y Europa pueden ganar juntos! ¡El centro es más fuerte de lo que creen los populistas!".
El padre de Marine Le Pen, Jean-Marie, llegó a segunda ronda en 2002, donde fue aplastado por Jacques Chirac. Muchos comentaristas esperan el mismo resultado para su hija, aunque esta ya ha logrado más respaldo del que tuvo nunca su progenitor tras transformar la imagen del partido.
Le Pen ofrece una alternativa para todos los escépticos con la Unión Europea y con el papel de Francia en ella, dijo Louis Aliot, vicepresidente del Frente Nacional.
"No estoy convencido de que los franceses estén dispuestos a firmar un cheque en blanco al sr. Macron", dijo.
La candidata de ultraderecha no es un vector de cambio, señaló por su parte el vocero de la formación En Marche! de Macron, Benjamin Griveaux.
"Lleva 30 años en el sistema político. Heredó el partido de su padre y tendremos Le Pen para los próximos 20 años, porque después de tener al padre, tenemos a la hija y seguramente tendremos a la sobrina", explicó. "Así que está en una mala posición para hablar de élites y pueblo".
Macron fue el más votado en las elecciones del domingo, con poco más del 23%. Le Pen obtuvo el 21% de los respaldos y Melenchon y Fillon sacaron el 19% cada uno. El exprimer ministro Fillon recibió 94.998 votos más.
Durante la noche, manifestantes quemaron autos, bailaron alrededor de hogueras y esquivaron a policías antimotines en las plazas de La Bastilla y la Republica. Veintinueve personas fueron detenidas en La Bastilla, donde los manifestantes ondearon banderas rojas y corearon "¡Ni Marine ni Macron!" descontento con los resultados.
Fuente:AP
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