Los Ángeles.- Un hombre de 42 años con más de 18.000 saltos en su haber hizo historia el sábado al convertirse en la primera persona en saltar sin paracaídas y aterrizar en una red.
Después de una caída libre de dos minutos, Luke Aikins tocó tierra exactamente en el centro de la red de 30 por 30 metros (100 por 100 pies) en la hacienda Big Sky para películas en las afueras de Simi Valley.
Al estallar los vítores, Aikins salió rápidamente de la red, caminó y abrazó a su esposa, Monica, que había estado observando desde tierra junto a su hijo de 4 años, Logan, y otros familiares.
"Estoy casi levitando; es increíble", dijo el jubiloso paracaidista, elevando las manos sobre su cabeza mientras su esposa cargaba a su hijo, que estaba adormilado en sus brazos.
"¡Esto simplemente sucedió! Ni siquiera puedo sacar las palabras de mi boca", agregó, al tiempo que agradeció a las decenas de integrantes del equipo que pasaron dos años ayudándolo a prepararse para el salto, incluyendo a quienes armaron la red similar a una de pesca de arrastre y se aseguraron de que funcionara.
El ejercicio acrobático, transmitido en vivo en la red Fox para el especial televisivo "Stride Gum Presents Heaven Sent", estuvo a punto de no realizarse como estaba planeado cuando Aikins reveló justo antes de subir a su avión que el Sindicato de Actores de la Pantalla le había ordenado que usara un paracaídas para asegurar su seguridad. Ni los productores del programa ni representantes del sindicato estuvieron disponibles de inmediato para dar detalles sobre la restricción.
Dijo que en ese momento sopesó cancelar el salto porque el haber llevado el paracaídas a la espalda habría hecho que su llegada a la red fuese mucho más peligrosa. Si hubiera tenido que usarlo dijo que de todas formas no se hubiera molestado en jalar el cabo de desgarre.
"Voy a hacer todo el camino hasta la red, no hay duda de ello", afirmó desde el avión. "Simplemente cuando aterrice tendré que hacer frente a las consecuencias de traer puesto el paracaídas en mi espalda y lo que le va a hacer a mi cuerpo".
Unos minutos antes del salto uno de los conductores del programa dijo que el requisito había sido cancelado. Aikins se arrojó del avión sin el paracaídas.
Saltó junto con otros tres individuos que sí llevaban paracaídas. Uno llevaba una cámara, otro echaba humo de forma que la gente en tierra pudiera seguir su descenso y el tercero cargaba un tanque de oxígeno del cual se deshizo cuando llegaron a una altitud donde ya no era necesario.
Entonces los otros tres saltadores abrieron sus paracaídas y dejaron solo a Aikins.
Aikins reconoció antes del salto que estaba nervioso, y su madre dijo que ella no lo vería hacerlo.
El padre de Aikins y su abuelo fueron paracaidistas, y su esposa ha realizado 2.000 saltos. Su familia es propietaria de Skydive Kapowsin cerca de Tacoma, en el estado de Washington.
Fuente:AP
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