Miami, EE.UU.- La Corte Suprema de Florida ordenó hoy por unanimidad suspender de forma indefinida la pena capital a Mark James Asay, condenado por el asesinato de dos personas y cuya ejecución estaba prevista para el próximo 17 de marzo.
Se trata de la segunda vez que el Tribunal estatal aplaza una ejecución, después de que el Supremo de Estados Unidos declarara en enero pasado inconstitucional la forma como se decide este castigo en el estado.
La corte tomó hoy la decisión después de una audiencia de apelación de Asay, de 51 años, condenado a la pena de muerte por el asesinato en 1987 de dos residentes de la ciudad de Jacksonville, en el norte de Florida.
La corte de Florida no detalló las circunstancias de la decisión de hoy, pero la aplicación de la pena de muerte en el estado está en limbo desde el fallo del Supremo federal, que consideró "defectuoso" el procedimiento estatal de la sentencia.
En Florida, el jurado solo puede recomendar la sentencia de muerte, no imponerla.
El más alto tribunal de Estados Unidos cuestionó que los miembros del jurado "sólo desempeñan un papel consultivo en la recomendación de la pena de muerte", mientras que el juez puede adoptar una decisión diferente.
Asay fue hallado culpable por el asesinato a tiros de Robert Lee Booker y Robert McDowell, en dos incidentes separados ocurridos en julio de 1987.
La de Asay es la segunda suspensión de ejecución este año después de la de Cary Michael Lambrix, quien fue condenado a la pena máxima por la muerte de dos personas en 1983, el pasado febrero.
Desde 1976 se han ejecutado en Florida a 92 reos. Actualmente, 400 personas, 4 de ellas mujeres, esperan en el corredor de la muerte su ejecución mediante inyección letal.
En 2015, EE.UU cerró su año con menos ejecuciones (28) desde 1991 y profundizó así un declive desde el pico de 98 ejecuciones alcanzado en 1999, de acuerdo con estadísticas oficiales.
Fuente:EFE
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