Una explosión junto al aeropuerto de Kabul y otra en un hotel cercano, seguida de una balacera, causaron la muerte de 11 marines y un médico militar, además de varias decenas de heridos, informó el Pentágono, que considera que pueden producirse nuevos atentados.
Horas más tarde las autoridades confirmaron el deceso de otro soldado estadounidense, elevando la cifra de víctimas a 13.
Los estallidos en un punto de control militar y un hotel cercano al aeropuerto también dejaron 60 afganos fallecidos y 143 heridos -entre ellos 18 miembros de las fuerzas armadas estadounidenses.
La doble explosión ocurrió apenas unas horas después de que Estados Unidos y sus aliados en Afganistán advirtiesen de la amenaza “inminente” de ataques terroristas durante la evacuación de sus tropas y de refugiados afganos.
"Tenemos otras amenazas activas contra el aeródromo", dijo el general McKenzie, quien atribuyó el ataque al grupo Estado Islámico (ISIS), cuyo brazo en Afganistán es mucho más radical que los talibanes.
Medios locales informaron de varias explosiones registradas a lo largo de la noche, pero no han sido confirmadas oficialmente.
Los militares fallecidos forman parte de los 5,800 soldados enviados por el presidente, Joe Biden, para ayudar a evacuar a los estadounidenses y a los aliados afganos.
Las explosiones convirtieron en horror las escenas de desesperanza de cientos de personas que intentaban entrar en el aeródromo para poder tomar un avión y así huir de Afganistán tras la toma de poder de los talibanes el 15 de agosto.
El vocero del Pentágono había informado previamente de que soldados estadounidenses habían muerto en el ataque, pero no ofreció una cifra exacta. "También sabemos que ciudadanos afganos fueron víctimas de este atroz ataque", dijo John Kirby.
Varios hospitales de Kabul recibieron a decenas de personas en medio de caóticas escenas por socorrer a los más graves, según la señal en vivo del canal de televisión Al Jazeera desde el centro de la capital afgana.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó "el horrible ataque terrorista". "Nuestra prioridad sigue siendo evacuar al mayor número de personas a un lugar seguro lo antes posible", señaló en Twitter.
Además, ahonda la crisis que afronta el mandatario tras la rápida llegada de los talibanes al poder, que apenas enfrentaron resistencia en su conquista de las capitales provinciales tras 20 años de guerra, varios billones de dólares invertidos en construir el Ejército afgano y reforzar las instituciones democráticas y miles de vidas estadounidenses perdidas en el conflicto.
El cambio radical de escenario forzó a Biden a acelerar la evacuación de ciudadanos estadounidenses y civiles afganos. Y a pesar de que miembros del Congreso y socios occidentales de Washington presionaron para que el Gobierno extendiera su plazo ante la compleja operación de evacuación, el presidente finalmente decidió mantener sus planes de abandonar el país el último día de agosto.
Pero la situación sobre el terreno se ha deteriorado rápidamente en las últimas horas, tal y como reconoció el presidente francés Emmanuel Macron, lo que llevó a Estados Unidos a advertir del riesgo inmediato de atentado en las inmediaciones del aeropuerto.
La embajada de Estados Unidos en Kabul instó la noche del miércoles a los estadounidenses en el país a no desplazarse al aeropuerto sin instrucciones individuales de un representante del Gobierno, citando las amenazas de seguridad que había en el exterior del recinto. Además, instó a los ciudadanos situados en tres puntos de acceso concretos a "salir inmediatamente" de allí.
El Departamento de Estado dijo el miércoles que todavía quedaban 1,500 estadounidenses en Afganistán. El jefe de la diplomacia , Anthony Blinken, señaló por su parte 4,500 fueron evacuados en los últimos 10 días.
Otros países occidentales también avisaron de que podía ocurrir un ataque. "Hay una amenaza continua y alta de ataque terrorista", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores británico en un consejo de viaje actualizado a última hora del miércoles, explicando que debe evitarse ir al aeropuerto y buscar “un lugar seguro".El ministro británico de las Fuerzas Armadas, James Heappey, explicó el jueves a la cadena Sky News que podría producirse un "ataque inminente y letal" en el aeropuerto de Kabul en cuestión de horas.
Australia también instó a sus ciudadanos a mantenerse alejados del aeródromo, advirtiendo de una "amenaza muy alta de un ataque terrorista" en este lugar.
Durante el fin de semana, los funcionarios de Defensa de Estados Unidos ya advirtieron sobre amenazas específicas del ISIS contra quienes intenten salir de Afganistán.
Biden también se había unido al riesgo que supone el brazo afgano de Estado Islámico, conocido como Estado Islámico Jorasán (ISIS-K), y las posibilidades de que perpetrase un atentado.
"Cada día que estamos sobre el terreno es un día más en el que sabemos que el ISIS-K está tratando de atacar el aeropuerto y atacar tanto a las fuerzas estadounidenses y aliadas como a los civiles inocentes", aseguró el martes.
Fuente:Telemundo
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