Jeanine Áñez, ex presidenta interina de Bolivia, manifestó este martes que ya “no quiere vivir”, dos días después de haberse generado lesiones en los brazos.
”Ya no quiero vivir. Mis hijos necesitan hacer su vida. Ya no quiero más medicamentos que no sé cuáles son. Pido por favor a mis carceleros que me digan qué estoy tomando”, afirma un mensaje de Áñez difundido en su cuenta de Twitter.
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“Está muy débil. Sufre de forma permanente. Cada 10 minutos ingresa alguien a su celda, a espiar, a preguntar o no se sabe a qué. Vive en alerta, angustiada, sin descanso porque desconoce qué le van a hacer: Si sedarla, envenenarla o trasladarla sin rumbo conocido”, agregó el mensaje en Twitter.
Carolina Ribera, hija de Áñez, pidió tener acceso al historial médico de su madre, diciendo que desconoce el tratamiento que le están realizando, si bien el Régimen Penitenciario sostuvo que no se le niega a nadie ese documento y que la joven participó en una junta médica, reportó Infobae.
El sábado, el Ministerio de Gobierno informó que Áñez intentó generarse “autolesiones” que calificó de “rasguños” y sostuvo que la ex presidenta interina estaba estable. Por su parte, la defensa de la ex mandataria afirmó que sus heridas necesitaron suturas.
Tras el incidente, ex presidentes, autoridades locales y organismos internacionales como la Unión Europea y la Embajada de EE.UU. en Bolivia expresaron preocupación por la salud de Áñez. Además, varios han pedido que le permitan defenderse en libertad, ya que ella sufre de hipertensión arterial y síndrome ansioso depresivo.
Áñez está recluida desde marzo en una cárcel de mujeres en La Paz, de donde ha salido tres veces este mes para evaluaciones clínicas. Una decena de reclusas protestó este martes para exigir un trato igualitario y denunciar supuestos “privilegios” de la ex mandataria, una versión que es secundada por las autoridades al negar que sus derechos están siendo vulnerados.
La ex mandataria y ex senadora de 54 años ha sido acusada por un denominado “golpe de Estado”, basado en denuncias de supuesta conspiración, sedición y terrorismo durante la crisis política y social de 2019 que derivó en la renuncia de Evo Morales a la presidencia.
Además, la Fiscalía General de Bolivia presentó el pasado viernes una acusación en su contra por “genocidio” y otros delitos, por la muerte de una veintena de manifestantes opositores en 2019, tras la renuncia de Evo Morales.
Áñez gobernó por un año, hasta noviembre de 2020, cuando entregó el poder al presidente electo Luis Arce, del mismo partido izquierdista de Morales, Movimiento al Socialismo (MAS-IPSP).
Fuente:El Diario
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