Estados Unidos y México firmaron este martes un acuerdo en materia de cooperación migratoria y de desarrollo que busca atajar las causas del éxodo irregular hacia Estados Unidos y propiciar "flujos migratorios ordenados, seguros y regulares", anunció el Gobierno mexicano en un comunicado.
El convenio, que se firma tras meses de una escalada sostenida en el número de migrantes que llegan a la frontera sur de Estados Unidos, fue alcanzado en el marco de la visita de la vicepresidenta, Kamala Harris, quien se reunió esta tarde en Ciudad de México con el presidente del país vecino, Andrés Manuel López Obrador, y su gabinete.
"La reunión entre ambos mandatarios se traduce en avances como la puesta en marcha de nuevos mecanismos de cooperación económica de alto nivel; el fortalecimiento y atracción de inversión extranjera a México; la atención a las causas estructurales de migración en la región; la protección de derechos humanos, particularmente de las personas migrantes; y el impulso de los derechos laborales en México y Estados Unidos", dijo el Gobierno mexicano en un comunicado.
Ambos Gobiernos "suscriben una visión humanista en común, bajo la cual se buscan flujos migratorios ordenados, seguros y regulares", agregó.
Harris dijo durante el encuentro en el Palacio Nacional que, con el acuerdo, ambos países están entrando a una "nueva era", y resaltó la “relación de larga data” entre las dos naciones y su “interdependencia e interconexión”.
El memorando de entendimiento, según el enviado especial Ricardo Zúñiga —quien viajó con Harris— marca un nuevo nivel de cooperación y es importante porque los dos países tienen “algunos de los mismos problemas” cuando se trata de la inmigración irregular.
“Es muy importante mostrar que Estados Unidos y México están colaborando y tratando de mejorar las condiciones sobre el terreno entre nuestros vecinos, por la importancia que tienen para nosotros otros países en América Central”, dijo a los periodistas que viajan con Harris.
La firma tuvo lugar en el Patio de Honor de la sede presidencial justo después de que Harris fuera recibida por López Obrador y minutos antes de que ambos mantuvieran un encuentro privado de alrededor de una hora.
El mandatario mexicano fue objeto de críticas tras confundirse de cargo al dar la bienvenida a la vicepresidenta a su llegada al Palacio Nacional y pronunciar incorrectamente su nombre.
“Presidente Kabala, mucho gusto”, se escucha decir a López Obrador en la transmisión oficial del Gobierno de México.
"Mucho gusto (en español). Es muy bueno verlo. Estoy muy feliz de estar aquí", le respondió Harris, quien llegó a la capital mexicana alrededor de las 11:00 pm (hora local) para una estancia de menos de 24 horas. Tenía programado reunirse posteriormente con mujeres empresarias y líderes laborales, antes de regresar a Washington el martes por la noche.
La vicepresidenta encabeza los esfuerzos de la Administración de Joe Biden para atajar las causas de la migración irregular hacia Estados Unidos desde México y los países del Triángulo Norte: Guatemala, Honduras y El Salvador.
México fue el último destino de la vicepresidenta en una gira breve centrada en abordar las causas fundamentales de la migración y que también la llevó por primera vez a Guatemala el lunes. Allí se reunió con el presidente Alejandro Giammattei.
Kamala Harris,Andres Manuel Lopez Obrador© Proporcionado por Telemundo Kamala Harris,Andres Manuel Lopez Obrador
“Simplemente tenemos que mirar bien nuestra relación con México. Somos socios desde hace mucho tiempo. Además de Canadá, somos los vecinos más cercanos. Así que esa es la base de la conversación que tendré con ellos, que tenemos que ser socios y vecinos”, dijo el lunes por la tarde en una rueda de prensa tras su reunión con Giammattei.
También envió un mensaje a quienes piensan emigrar a Estados Unidos: "No vengan", dijo, "Estados Unidos hará cumplir sus leyes".
En entrevista con Lester Holt de NBC News, cadena hermana de Noticias Telemundo, cuando se le preguntó por qué los posibles migrantes deberían creerle su advertencia cuando saben que algunas personas sí logran migrar y quedarse, Harris dijo que "la violencia que se vive en ese trayecto, especialmente de Guatemala atravesando México y hasta Estados Unidos, es extremadamente peligrosa .... Sabemos que la gente no quiere migrar y por eso venimos a atajar las causas de este fenómeno".
La gira de tres días de Harris por Guatemala y México se produce en un momento en que la migración irregular va en ascenso. El aumento de migrantes en la frontera se ha vuelto uno de los principales desafíos para Biden en los primeros meses de su mandato.
Los cruces ilegales han crecido sostenidamente desde abril de 2020, después de que el entonces presidente Donald Trump empleara las restricciones asociadas a la pandemia para negar a los migrantes la posibilidad de pedir asilo. La tendencia se ha acelerado más bajo el mandato de Biden, quien derogó con rapidez muchas de las políticas fronterizas más duras de su precedesor.
Las autoridades fronterizas de Estados Unidos encontraron a casi 19,000 niños no acompañados en marzo, la cifra más alta de la que se tiene registro. En total encontraron a 170,000 personas en la frontera durante abril, el número más alto en más de 20 años.
El presidente López Obrador sigue siendo un aliado crucial pero complejo en los esfuerzos del Gobierno estadounidense por frenar el aumento de migrantes. Pero aunque el mandatario mexicano aseguró en una reunión virtual previa con Harris que Estados Unidos puede “contar" con México para abordar la cuestión de la migración irregular, culpó antes a Biden del aumento de las llegadas a la frontera.
Una de las causas de la migración que el Gobierno del demócrata ha identificado es la corrupción sistémica en la región. Por ello, Harris anunció el lunes una serie de programas trabajados en conjunto con el Departamento de Justicia estadounidense y el Gobierno de Guatemala para atajar la corrupción.
Sin embargo, Harris no visitará Honduras y El Salvador, los otros dos países del Triángulo Norte, cuyos líderes han sido señalados por lazos con prácticas corruptas.
"Sí estamos haciendo trabajo allí, hemos estado involucrados como Administración, como país, en un alto nivel, en los tres países", le dijo Harris a Holt cuando este le preguntó si EE.UU. podía confiar en sus otros socios en la región.
"No hay soluciones rápidas. ¿Que si va a valer la pena? Sí. ¿Que si va a tomar tiempo? Sí", concluyó la vicepresidenta.
Fuente:Telemundo
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