Moscú.- Centenares de personas han sido detenidas en una nueva jornada de protestas en toda Rusia exigiendo la liberación del líder opositor Alexei Navalni.
Al poco de comenzar las manifestaciones la mañana de este domingo ya se habían producido más de mil arrestos, según los registros del portal OVD-Info, especializado en este seguimiento.
En la ciudad siberiana de Tomsk, donde Navalni fue envenenado en agosto pasado, los manifestantes desplegaron una pancarta con el lema «Rusia será libre».
También en Omsk, donde estuvo hospitalizado el líder opositor hasta ser trasladado a Alemania a petición de su familia, hubo unas mil personas que salieron a la calle.
En Jabárovsk, capital de la región homónima en el Lejano Oriente ruso, los ciudadanos desafiaron una temperatura de 23 grados bajo cero para sumarse a las manifestaciones en todo el país.
Moscú, blindada por las autoridades
Los esfuerzos de las autoridades, que han acordonado Moscú y San Petesburgo para impedir la llegada de manifestantes, no han podido frenar laola de protestas extendidas por 142 ciudades, en las que se espera la participación de diez mil personas.
En la capital, Moscú, las autoridades impusieron medidas de seguridad sin precedentes, cerrando las estaciones de metro cercanas al Kremlin, cortando el tráfico de autobuses y ordenando el cierre de restaurantes y tiendas.
Las fuerzas de seguridad bloquearon todos los accesos al punto de reunión en Vladivostok, y los manifestantes acabaron empujados por la policía sobre el hielo de la bahía Amur.
Contra la corrupción del presidente Putin
Allí formaron un círculo y bailaron al ritmo de gritos como «Putin es un ladrón», denunciando la supuesta construcción de una opulenta finca en el Mar Negro para el líder ruso.
El propio Navalni criticó el caso en un popular vídeo en el que hablaba del «mayor soborno de la historia», haciendo que las protestas se conviertan en una expresión del descontento con la corrupción en el país más allá de la figura del opositor.
Las protestas de este domingo se producen después de las multitudinarias marchas solidarias que se celebraron el pasado día 23 con una participación de unas 110.000 personas y más de 4.000 detenidos, y pocos días después de que un tribunal ordenara mantener a Navalni hasta el 15 de febrero en prisión preventiva por un caso antiguo de 2014.
El líder opositor es acusado de haber violado las condiciones de su libertad condicional de una pena de prisión suspendida de 3,5 años cuando estaba en Alemania recuperándose del envenenamiento que sufrió en 2020 y del que culpa al presidente ruso, Vladímir Putin.
Fuente:Externa
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