Santo Domingo.- Cuando aún resuenan los bocinazos y fuegos artificiales por el triunfo del candidato opositor Luis Abinader, los dominicanos comienzan hoy a pensar en cómo el nuevo gobierno enfrentará los desafíos que tiene a la vista.
El Partido de la Liberación Dominicana (PLD), que entregará el batón presidencial el próximo 16 de agosto, gobernó esta nación durante 20 años, 16 de ellos ininterrumpidamente, y por los resultados de los comicios, el pueblo le dio un voto de castigo.
Sin dudas, fueron muchos los problemas que dieron al traste a la continuidad del PLD, los cuales van desde errores en el manejo del gobierno en temas económicos y sociales hasta los denunciados casos de inmunidad y corrupción en el país.
El golpe de gracia: la salida de Leonel Fernández
Pero para muchos, el golpe de gracia fue lo ocurrido el pasado año; antes, durante y después de las elecciones primarias de ese partido que conllevó a la división y salida del expresidente Leonel Fernández, de la presidencia de la organización para fundar el nuevo partido La Fuerza del Pueblo.
A partir de ese momento, todo fue diferente y la teoría de divide y vencerás funcionó, siendo el principal beneficiado de conflicto, el Partido Revolucionario Moderno (PRM), algo demostrado el pasado domingo.
Como dijo a Prensa Latina un seguidor del PLD afectado por los resultados “la corrupción, nuestros propios errores, pensar que estábamos por encima de todo, los clanes formados y el haber creado una élite a la cual solo le interesaba el poder, hizo la gente desconfiara de ellos y de la política”.
Un candidato desconocido
Asimismo, también la designación de un candidato a la presidencia prácticamente desconocido que no funcionó, y tal vez le actuó como un boomerang el cual dio al traste con sus aspiraciones.
Ciertamente Castillo, elegido precandidato por el presidente Danilo Medina, y ganador de las primarias del PLD nunca llegó a despegar de forma que como en ocasiones anteriores, la oposición se viera opacada, ocurrió lo contrario.
Tampoco debe olvidarse como a partir de la suspensión de las elecciones municipales en el mes de febrero producto a fallas en el sistema automatizado, se produjeron airadas protestas populares contra el gobierno las cuales tuvieron una amplia convocatoria y comenzaron e hicieron efecto en varios sectores de la sociedad.
Los resultados de los comicios manifestaron que el descalabro del PLD fue aprovechado por su rival y no solo ganó la presidencia con amplio margen sino también arrasó en el Senado y va camino de dominar la Cámara de Diputados, y todos conocen el significado de gobernar con el Congreso a favor.
Por supuesto, si importante fue ganar la presidencia, más lo será tener conciencia de que tendrán que llevar adelante a un país el cual, aunque desde 2004 está entre las naciones de la región con mayor crecimiento económico, tiene grandes desigualdades, serios problemas económicos y un alto número de pobres por atender.
La impunidad y la corrupción
Además, hereda dos problemas grandes y complejos, la impunidad y la corrupción, ambos formaron parte de la campaña del nuevo presidente y la lucha contra ellos dijeron sería prioridad.
Por suerte para el nuevo jefe de Estado, otra de las cargas pesadas que gravitaba sobre el país, el criticado sistema electoral, otra piedra en el zapato del PLD, a partir de los comicios municipales de marzo y ahora con las presidenciales se levantó y salvo su reputación.
Pero queda presente la a situación de los trabajadores informales, los insuficientes salarios que se pagan que impiden las subsistencia a miles de ciudadanos, el tema haitiano y la mala calidad del sistema educativo público, por solo citar algunos frentes.
Todo lo anterior sin mencionar la situación sanitaria en la cual está sumido el país debido a la Covid-19, que hará al gobierno dedicar alma y corazón para salvar vidas y evitar incremento en los contagios, no hay de otra.
El nuevo gobierno presentó un programa abarcador, y en honor a la verdad, en el documento están sino todos, la mayoría de los aspectos que el pueblo quiere se tengan en cuenta pero una cosa es con guitarra y otra con violín.
Esperemos ver como se desarrollan los primeros 100 días de esta oposición que ahora cambia de rol, sabiendo que los retos y las expectativa son grandes y los dominicanos los tendrán bajo un exámen permanente.
Fuente:Prensa Latina
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