Los intentos que desde el año 2015 se realizan para automatizar los procesos electorales en la República Dominicana han costado al Estado más de RD$2,700 millones sin que a la fecha hayan logrado la aprobación y el visto bueno de los partidos políticos.
La búsqueda de nuevas tecnologías para mejorar los tiempos de respuesta en elecciones de alta complejidad, llevó a la Junta Central Electoral (JCE) a adquirir para los comicios del 2016, los equipos para la captación de huellas, el registro de concurrentes y el escrutinio de los votos.
Para tales fines, el 5 de diciembre de 2015 la JCE firmó un contrato con la empresa Indra Sistemas, S.A. por un monto de US$31,831,680.00, cifra que aumentó luego a U$39,792,476.80 (RD$1,798,619,951.36 a una tasa de RD$45.20) tras incluirse unas mejoras.
Su uso en principio fue aprobado por los partidos, pero luego objetado en reclamo de una auditoría, llevando a seis de los candidatos presidenciales de entonces a acudir a la Junta a presionar para que se disponga un conteo manual general. Al final los reclamos se impusieron y el país celebró comicios con un conteo manual y posteriormente electrónico en los tres niveles de elección.
Tras los escarceos propios de una contienda y seleccionados los nuevos integrantes de la JCE, fue realizado el 17 de marzo del 2017, un informe sobre los equipos usados en las elecciones del 2016 que determinó su infuncionabilidad.
La evaluación técnica estableció que desde la primera prueba se detectaron fallos en los equipos y que en ninguno de los demás intentos se pudo conseguir una transmisión de datos mayor al 74% de los colegios electorales.
Se citó como uno de los principales problemas presentados las fallas en la transmisión de datos, producto de la incompatibilidad presentada por los módems USB (que permite la comunicación remota), los que trabajaban con una frecuencia menor a la utilizada en el país, que en ese entonces era 3G.
“Por cuanto, luego de revisar el diagnóstico realizado a las unidades de registro y escrutinio, y habiendo ponderado los problemas técnicos de los equipos juntos con los fallos de software, salvo su mejor parecer, sugerimos no hacer uso de los mismos en procesos electorales futuros”, concluyó el informe técnico elaborado por el Departamento de Informática de la JCE.
A raíz de ese informe, el pleno del organismo de elecciones decidió el 28 febrero del 2018 no utilizar en las elecciones de 2020 los escáneres y tabletas capta huellas contratados a la empresa Indra Sistemas, S. A, debido a su “inconsistente y poco confiable” desempeño en las certamen del 2016.
En consecuencia, “decide en esta oportunidad hacer uso de los métodos utilizados y probados con éxito en las elecciones del 2008, 2010 y 2012, aprobado por tecnología conocida y experimentada en el país, así como, la incorporación adicional de algunas soluciones informáticas que vienen siendo utilizadas confiablemente por otros países del hemisferio”.
Mientras los 48 mil equipos adquiridos a Indra actualmente están guardados en una nave próxima a la sede de la Junta por cuyo almacenaje pagan un promedio de US$12,555 dólares al mes.
Los equipos automatizados
Fue el pasado año 2018, cuando técnicos de la JCE dieron a conocer la solución informática denominada sistema del voto automatizado en la que tenían años trabajando y que fue probado en asambleas de partidos, comicios de gremios y otros. En diciembre de ese año se aprobó utilizarlo en las elecciones primarias de los partidos.
Los equipos se adquirieron a un costo de RD$1,008,00,000 y tras su uso fueron objeto de cuestionamientos por parte del expresidente Leonel Fernández, quien aseguró que tuvieron un pobre desempeño.
El exmandatario, junto a un grupo de partidos que respaldan sus aspiraciones, piden elecciones con conteo manual.
En el ínterin, la suerte del voto automatizado se ventilará en una audiencia pública este jueves a las 10:00 de la mañana en la JCE, amén de que se inició una auditoría forense.
En el año 2002 se utilizó el escaneo de las actas de votación como parte del proceso de recepción de las valijas de manera que la digitación se produjera con la imagen escaneada. Para el 2004, la Junta estableció el mecanismo de digitación ciega y aleatoria.
En las elecciones presidenciales del año 2008 se implementaron las unidades de Escaneo y Transmisión (EyT) y, posteriormente en las del 2010 y 2012. Esa tecnología facilitaba la entrega de forma rápida de los resultados electorales, al permitir escanear las actas de votación, reconocer los valores y transmitirlos directamente desde los recintos de votación hasta los centros de digitación instalados en las Juntas Electorales Municipales.
Fuente:DL
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