Al menos 20 personas fallecieron y otras 90 resultaron heridas el jueves por la explosión de un potente camión bomba que arrasó un hospital en el sur de Afganistán, dijo un funcionario afgano.
Los talibanes, que se atribuyeron la autoría del atentado, han perpetrado ataques casi a diario desde el colapso de las conversaciones de paz con Estados Unidos a principios de mes.
La demoledora explosión destruyó parte del hospital de Qalat, la capital de la provincia sureña de Zabul, y provocó importantes daños en la flota de ambulancias.
Residentes, muchos de los cuales estaban en el centro para visitar a familiares enfermos, utilizaron chales y mantas para llevar a los heridos al interior del dañado edificio, mientras las autoridades trataban de trasladar a los más graves a hospitales de la cercana Kandahar.
En las primeras horas tras la explosión, hubo conteos contradictorios de fallecidos y heridos. Gul Islam Seyal, vocero del gobernador de la provincial, reportó 12 muertos pero dijo que las autoridades seguían buscando posibles víctimas entre los escombros.
Por su parte, Atta Jan Haqbayan, jefe del consejo provincial, dijo que había 20 fallecidos.
Al final de las oraciones matinales, los fieles se vieron sorprendidos por el potente estallido, que destruyó partes de una mezquita adyacente y el edificio del hospital, dijo Mahboob Hakimi, un residente en Qalat.
Las ventanas de su vivienda, a casi más de una milla de distancia, reventaron, agregó.
El objetivo del atentado era una oficina de inteligencia próxima, explicó en un tuit el vocero talibán Zabihullah Mujahed. La explosión “mató/hirió a decenas de agentes de inteligencia”, agregó.
Según Haqbayan, el muro del Departamento de Seguridad Nacional resultó dañado, pero no pudo confirmar si entre las víctimas había empleados del organismo.
Entre los fallecidos y heridos había muchas mujeres y niños, señaló el gobernador de la provincia, Rahmatullah Yarmal.
Personal de las fuerzas de seguridad publicó en Twitter la foto de un bebé de seis meses y dijeron que estaban buscando a sus padres entre los escombros y pidieron colaboración ciudadana.
Sediq Sediqqi, vocero del presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, condenó el ataque con un tuit en el que dijo que los talibanes “siguen atacando a civiles mientras sus líderes viajan a Irán y Rusia”, en referencia a las recientes visitas de una delegación insurgente para recabar apoyos.
La violencia ha sacudido más aún el país, que se prepara para celebrar elecciones generales a final de mes.
Dos ataques separados el martes, uno de ellos contra un mitin de Ghani, causaron 48 muertos, en su mayoría civiles. Los talibanes reivindicaron ambos atentados.
Fuente:AP
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