Jerusalén, Tel Aviv.- El primer ministro israelí en funciones, Benjamín Netanyahu, compareció pasadas las tres de la madrugada (24.00 GMT) ante una pequeña audiencia en el centro de celebración habilitado por su partido, el Likud, y señaló que "no puede haber un gobierno que dependa de los partidos árabes".
"Muy pronto, mi buen amigo el presidente Trump presentará su plan (de paz), y este diseñará el futuro de Israel por muchas generaciones" y por eso "Israel necesita un gobierno estable y fuerte, un gobierno sionista y comprometido con Israel como el estado nacional del pueblo judío", señaló.
"No puede haber un gobierno que dependa de los partidos árabes antisionistas, partidos que cuestionan la misma existencia del estado, partidos que glorifican y honran a terroristas que matan a nuestros soldados y niños. Esto no puede ser, no podemos aceptarlo".
"Esta noche he hablado con todos los socios del Likud en la derecha, todos están comprometidos 100% en trabajar juntos hacia estos objetivos", afirmó Netanyahu.
"En los próximos días entraremos en negociaciones para establecer un gobierno fuerte y sionista e impedir un gobierno antisionista, debemos representar todas las partes de la nación como el estado nación judío. Tengo gran confianza en la justicia de nuestro camino. Ganaremos", aseguró el primer ministro en funciones.
No hizo referencia al partido opositor Azul y Blanco, encabezado por Beny Gantz, con el que podría formar un gobierno de unidad.
Los datos que arrojan las encuestas a pie de urna no dan a Netanyahu la posibilidad de formar un gobierno de coalición con sus tradicionales aliados de derechas y ultraortodoxos si no se suma a este Avigdor Lieberman, que por el momento ha rechazado participar en ningún Ejecutivo en el que estén representados los ultrarreligiosos.
El apodado Bibi, que compareció afónico en una sala bastante vacía pero con seguidores que le animaban y jaleaban, reivindicó sus logros y aseguró que su partido: "en los últimos años, ha traído a Israel fuerza y seguridad, también en el campo económico, y se deben garantizar que estos logros" continúen en los próximos años.
Pidió esperar aún los resultados finales y dijo que el país está "en un momento histórico, con grandes oportunidades y grandes retos, incluida una amenaza existencial desde Irán".
Antes de su comparecencia, el ministro del Likud, Gideon Saar, al que algunos apuntan como posible sucesor de Netanyahu, señalo que el partido apoya a su líder sin fisuras.
Beny Gantz, el líder de la opositora coalición Azul y Blanco, de centro derecha, mostró su satisfacción con los resultados electorales que arrojan las encuestas a pie de urna, que le dan más escaños que al Likud.
Aunque con cautela por no tener datos definitivos, Gantz señaló que "aparentemente Netanyahu no puede formar gobierno" y ofreció un gobierno de unidad nacional.
"Desde esta noche empezaremos a construir un amplio gobierno de unidad que represente al pueblo y devuelva a la sociedad israelí al camino (correcto). Todas las divisiones deben quedar atrás. Insto a mis rivales políticos, de todos los campos, a trabajar juntos por una sociedad israelí justa que sirva a todos sus ciudadanos", pidió.
Fuente:AP/EFE
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